El barómetro del mes de abril del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) reduce a un punto la distancia entre el PP (33,5% de intención de voto) y el PSOE (32,5%) en caso de que si se celebrasen ahora elecciones generales. Los socialistas recortan distancia de esta manera después de que el barómetro del mes de marzo situó la ventaja del PP en 2,7 puntos (34% PP, 31,3 el PSOE). Vox se mantiene en tercera posición con el 10,1% de estimación de voto, dos décimas más que en marzo (9,9%), y Sumar a la cuarta con el 8,2%, un punto menos que en marzo (9,2%). Por detrás suyo se sitúa Podemos, con el 3,1% de los votos nueve décimas más que hace un mes (2,2%).
El CIS dibuja un empate entre ERC y Junts con el 1,4% de los votos en todo el Estado, de manera que los republicanos perderían cinco décimas respecto a marzo (1,9%) y Junts (1,2% en marzo) ganaría tres.
El barómetro se realizó entre el 1 y el 4 de abril, con la amnistía, el caso Koldo y los escándalos de la pareja de Isabel Díaz Ayuso sobre la mesa, mediante 4.000 entrevistas, 580 de ellas en Cataluña.
En cuanto a los problemas que señalan los ciudadanos, la crisis económica se sitúa en primera posición con el 28,3% de las respuestas de los ciudadanos (que pueden citar tres problemas), seguida del paro y “el comportamiento de los políticos”.
La ley de amnistía aparece sólo en el 0,9% de las respuestas, por debajo de los “nacionalismos” (1,9%) y la independencia de Cataluña (2,7%).
Pedro Sánchez es el presidente preferido de los españoles, con el 25,3% de las respuestas, por delante de Alberto Núñez Feijóo, (16,6%), Yolanda Díaz (6,5%), Santiago Abascal (6,4%), e Isabel Díaz Ayuso (5,6%).
En cuanto a la nota que los ciudadanos dan a los líderes políticos, ninguno aprueba. El que saca mejor nota es Pedro Sánchez, con un 4,22. Le sigue Alberto Núñez Feijóo, con un 4,14, Yolanda Díaz, con un 4,07, y Santiago Abascal, con un 2,81.
El CIS también incluye una valoración de los ministros. Sólo aprueba una, la titular de Defensa, Margarita Robles, con un 5,06. El resto, todos se sitúan en el umbral del 4. Los peor valorados son el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, con un 3,64, y el de Política Territorial, Ángel Víctor, con un 3,85.