El padre de acogida de un niño de 22 meses que murió tras horas encerrado en el coche ha pedido perdón a su familia biológica por lo que califica de un “terrible accidente”.
Los hechos ocurrieron el pasado martes, 20 de mayo, cuando el hombre, de 68 años, tenía que llevar al niño que tenía de acogida en la escuela. Según informaron fuentes policiales, el hombre se olvidó de que llevaba al niño en el coche y regresó a casa, dejándolo durante horas encerrado en el vehículo. En la zona —Linares, en Jaén— las temperaturas máximas de ese día rondaron los 30 °C.
El hombre fue detenido por un presunto de homicidio por imprudencia y luego quedó en libertad con cargos. Este domingo, emitió un comunicado consultado por “20 minutos” en el que pedía perdón a la familia del niño y lamentaba su muerte: “tenía dos familias que lo amaban profundamente”.
“Desde el dolor de nuestra propia familia no hay nadie que pueda comprender mejor que mi mujer y yo la enorme sensación de pérdida que experimentarán los padres y la familia biológica que se encuentran en nuestro corazón y a quienes pedimos, humildemente, perdón y comprensión por este terrible accidente”, afirma el hombre.
Explica que “el Juanjo ha sido inmensamente feliz el tiempo que ha estado con nosotros” y que “se ha ganado nuestro amor incondicional, que ha sido estimulado y compensado por los visibles y notables progresos en la superación de las carencias con las que llegó a nuestra casa”.
Además, el hombre ha querido agradecer el “apoyo” que han recibido durante estos días, especialmente por parte de instituciones como la Delegación Provincial de Asuntos Sociales y el Servicio de Protección de Menores, así como otras instituciones andaluzas que se han hecho cargo del caso.
Tanto él como su mujer han sido una familia de acogida durante los últimos 8 años. Han acogido un total de trece menores y, hasta ahora, nunca habían tenido ningún tipo de incidente con ellos, según expone en su comunicado. “Los acogedores nos sometemos de buen grado a todo tipo de muestras de nuestra idoneidad, que está continuamente supervisada y monitoreada por personal especializado”.
Además, el hombre lamenta “haber decepcionado las expectativas de tanta gente buena y profesional que nos ha acompañado a lo largo de estos últimos ocho años como acogedores”.