Un niño de 14 años perdió un testículo debido a un mal diagnóstico del hospital donde acudió por un fuerte dolor testicular con náuseas y vómitos.
El menor acudió al hospital de Don Benito-Villanueva, en Badajoz, porque tenía un fuerte dolor testicular, pero le hicieron una exploración física y lo enviaron hacia casa diciéndole que se tenía que tomar un ibuprofeno cada ocho horas.
Los dolores no marchaban y el chico regresó, dos días después, al hospital, pero fue al Hospital Universitario Severo Ochoa. Allí le hicieron una ecografía y descubrieron que tenía una torsión testicular, por lo que tuvieron que intervenirlo de urgencia. Lamentablemente, el paciente perdió el testículo izquierdo.
La familia del niño ha denunciado la atención sanitaria recibida a través de una carta al Defensor del Paciente y lamentan una atención “reprochable”. Consideran que la “sintomatología que presentaba era manifiestamente la misma que se asocia para la torsión testicular”, además de la del “varicocele”, que es lo que le diagnosticaron en un primer momento.
Creen que con esta sintomatología deberían haberle hecho más pruebas para descartar la torsión testicular antes de prescribirle ibuprofeno y enviarlo a casa. Además, insisten en que el diagnóstico erróneo lo hicieron también sin ninguna prueba que la confirmara.
La familia reclama que con estas pruebas se podría haber tratado al menor dos días antes y se podría haber salvado su testículo. La inspección médica corrobora sus argumentos y también cree que la atención recibida no fue la adecuada. Aseguran que la torsión testicular “es la causa más frecuente de dolor escrotal entre los 11 y los 18 años” y que si no se trata de forma precoz “puede evolucionar a daños irreversibles”.
Por este motivo, inspección médica considera que los médicos no siguieron los protocolos establecidos y que deberían haberle hecho la ecografía para comprobar si la torsión testicular existía. Creen que el médico que lo atendió debería haberlo sospechado.
Ante esta situación, el Servicio Extremeño de Salud ha reconocido que hubo una negligencia médica y ha aprobado una indemnización para el chico de 53.004 euros.