Una escena insólita ha tenido lugar en el tanatorio de Son Valentí, en Palma, cuando una mujer mayor que había sido dada por muerta en el hospital mostró signos de vida justo antes de ser introducida en la cámara frigorífica. Los hechos han sido confirmados por fuentes de la Conselleria de Salud y del Ayuntamiento de Palma, que han detallado los acontecimientos que sacudieron la rutina de este centro funerario de la capital mallorquina.
La mujer, que se encontraba ingresada en el Hospital Joan March de Bunyola, un centro especializado en cuidados paliativos, fue declarada muerta la madrugada del viernes. Siguiendo el protocolo habitual, el cuerpo fue trasladado al tanatorio de Son Valentí. Sin embargo, cuando los trabajadores de la funeraria se disponían a preparar el cuerpo para la capilla ardiente, una sorprendente reacción cambió completamente la situación: los dedos de una mano de la mujer se empezaron a mover.
Este inesperado movimiento alertó a los trabajadores, que inmediatamente solicitaron la ayuda de una ambulancia. Los equipos del SAMU-061 llegaron al lugar y, tras examinar a la mujer, confirmaron que la paciente tenía pulso y que sus constantes vitales eran estables. Esta inesperada “revivida” obligó a trasladarla de nuevo al hospital para una nueva valoración médica.
Esta escena, poco habitual, ha recordado otros casos insólitos en los que personas que habían sido declaradas muertas han revivido. De hecho, en Tarragona, en 2022 un forense se dio cuenta de que un hombre todavía estaba vivo, lo que le llevó a realizar maniobras de reanimación de emergencia, según ha mencionado Nación Digital.
En el caso de Palma, las autoridades sanitarias y funerarias han destacado que la situación ha sido totalmente excepcional, ya que, aunque casos como este son extremadamente raros, no se pueden descartar completamente. La mujer, de edad avanzada y con una salud muy frágil, se mantiene en observación en el Joan March, donde los médicos han indicado que su condición sigue siendo crítica, pero estable.