El gobierno español ha recibido este martes el informe encargado por el Ministerio de Juventud e Infancia a un comité de cincuenta expertos con el objetivo de diseñar medidas para crear entornos digitales más seguros para niños y adolescentes.
Entre otras iniciativas, el grupo recomienda que los menores de entre cero y tres años no sean expuestos a dispositivos digitales en ningún caso. Entre los tres y los seis años también desaconsejan su uso y apuntan que solo debería hacerse “como excepción” y siempre bajo la supervisión de un adulto. Paralelamente, se recomienda que entre los 12 y los 16 años el acceso a dispositivos se haga siempre con herramientas de control parental y retrasando al máximo posible la edad de compra del primer móvil con acceso a internet.
Por otro lado, el informe plantea medidas de regulación dirigidas al sector de la industria, asumiendo que la autorregulación del sector ha sido insuficiente hasta ahora. En este apartado, el texto destaca propuestas como la configuración por defecto “de espacios seguros digitales” o la obligatoriedad de advertir en el etiquetado de los dispositivos de los riesgos que tiene la salud. Además, añade la importancia de reforzar los mecanismos de denuncia y bloqueo, responsabilidad de la industria.
En el ámbito educativo, los expertos instan a la regulación del uso de los dispositivos en los centros educativos. En este apartado, diferencian entre los de uso privado del alumnado (no permitidos en educación infantil y primaria, y limitados como herramientas pedagógicas en secundaria) y los de los propios centros. En estos últimos, se plantea la revisión contrastada de las aplicaciones, la eliminación de los sistemas de gratificación inmediata o el establecimiento de límites por edad.
El comité también plantea la regulación de los creadores de contenido -también los llamados ‘kids influencers’- y aboga por la prohibición expresa de exponer a menores de edad independientemente de que esta actividad genere ingresos económicos “directa o indirectamente”.
Propuestas por tramos de edad
Los expertos que han elaborado el informe sobre pantallas e infancia han marcado recomendaciones por diferentes tramos de edad. Así, entre los cero y los tres años se pide no exponer a los niños y niñas en los dispositivos digitales. Entre los tres y los seis se desaconseja el uso de dispositivos digitales y hacerlo sólo como excepción, en caso de necesidad, de forma puntual y bajo la supervisión de un adulto. “Se puede permitir, con el objetivo de mantener un contacto social, familiar o cuando se determine por resolución judicial”, remarcan. Sin embargo, aconsejan limitar el uso de dispositivos digitales por parte de los adultos en presencia de los menores de menos de seis años.
En el tramo de entre seis y doce años, los expertos proponen limitar el uso de los dispositivos con acceso a internet y priorizar actividades vivenciales, deportivas, en contacto con la naturaleza y el entorno físico y presencial. “Si se decide utilizar un dispositivo, bajo la supervisión de un adulto y para acceder puntualmente y con límites prefijados únicamente a contenidos adaptados a sus edades y capacidad”, reclaman.
Ya en las primeras etapas de la adolescencia, entre los doce y los dieciséis años, se destaca que es “esencial” instalar herramientas de control parental que permitan evitar el acceso de los menores a contenidos inadecuados. También se pide priorizar el uso de teléfonos analógicos sin acceso a internet y retrasar la edad del primer móvil inteligente lo máximo posible. “Si las familias deciden la entrega de un móvil inteligente antes de los dieciséis años, use el control parental para limitar y monitorear el acceso a los contenidos y el tiempo de uso”, insisten.
Una ley en camino
Desde el gobierno español remarcan que, en paralelo a la elaboración del informe, el Consejo de Ministros aprobó en junio pasado el anteproyecto de ley orgánica para la protección de los menores de edad en los entornos digitales. De hecho, destacan que hasta 35 de las 107 medidas del informe de los expertos que aparecen en el redactado de la medida. Es el caso, por ejemplo, de los sistemas de verificación de la edad o control parental, entre otros. Con todo, el Ministerio de Juventud e Infancia se ha comprometido a estudiar el resto de propuestas de cara a su posible incorporación al trámite del texto.