El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha acusado al presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, de convocar el 41º Congreso Federal del PSOE para “alinear al PSOE detrás de su estimado líder y purgar a los antiguos dirigentes” del partido.
Todo, ha afirmado, en defensa del pacto para la “independencia fiscal” de Cataluña que “según los primeros estudios costaría a los españoles alrededor de 13.000 millones de euros al año”. El acuerdo entre el PSOE y ERC por la financiación, según Feijóo, supone un “auténtico desafío nacional” porque implica “la modificación del orden constitucional que nos vamos a dar los españoles y su sustitución por un entendimiento revestido de confederalismo donde priman los acuerdos bilaterales”.
Feijóo ha realizado estas manifestaciones durante la presentación de un desayuno informativo del presidente de Aragón, Jorge Azcón.
Un discurso que ha dedicado casi íntegramente al acuerdo sobre la financiación de Cataluña, que –según ha afirmado- “en la práctica acabará con la igualdad de los españoles ante los recursos públicos”.
“Una independencia fiscal que pondría punto y final a la solidaridad del conjunto de los españoles”, ha dicho, y los recursos públicos “serían irresponsablemente dañados por los mercadeos entre Sánchez y sus socios”.
Y es que según Feijóo, “los primeros estudios” demuestran que fruto de este acuerdo “habrá menos infraestructuras, médicos, inversión y servicios públicos en toda España”.
“Los aragoneses, como el conjunto de los españoles no tienen que pagar la factura de los pactos de Sánchez con los independentistas”.
En este marco, ha insistido en que el acuerdo liquidará “el equilibrio del sistema de financiación de las comunidades que conforman el Estado”, porque “no ha sido autonómico si en vez de lealtad consensos y negociaciones multilaterales, lo que prima es el chantaje, a imposición, las asimetrías, los intereses bilaterales y particulares de una comunidad autónoma”.
Según Feijóo, el independentismo post-procés se ha dado cuenta de que “es muy difícil sacar a Cataluña del Estado”, y ha optado por que las instituciones del Estado abandonen Cataluña. “Para sacar a Cataluña de la nación española necesitan que los españoles lo permitamos con un referéndum, pero para sacar las instituciones de Cataluña sólo necesita un gobierno sin convicciones que lo permita”.
“El independentismo ya no necesita salir a la calle, ni siquiera gobernar, puede esperar sentado en sus escaños porque hay un presidente que no tiene límites políticos, ideológicos, éticos o legales”.
