Las autoridades investigan la muerte de una mujer tras tomarse un medicamento que le dieron a la farmacia y que no se correspondía con el fármaco que le habían recetado.
Según informa ‘El Correo’, el juzgado ha recibido una denuncia donde se acusa a una de las trabajadoras de la farmacia de vender de forma errónea un medicamento que no era el que la doctora le había recetado. A consecuencia del error, la mujer de 88 años murió.
Le dieron un medicamento diferente al de la receta
La Ertzaintza ya está investigando los hechos, que sucedieron el pasado mes de diciembre en Vizcaya. Una mujer de 88 años comenzó a sentirse mal y llamó a su CAP. Su médica se desplazó hasta su piso para hacerle una exploración y le recetó un antibiótico, Levofloxacino.
Una familiar de la paciente, tan pronto como tuvo la receta, fue a comprar el medicamento a la farmacia, donde la trabajadora le vendió otro medicamento, levotiroxina, que contiene una hormona para los problemas de tiroides.
Según el citado medio, en un primer momento ni la farmacéutica ni la paciente, ni su familiar, se dieron cuenta del error, y la mujer se tomó el medicamento. Días después, lejos de mejorar, el estado de salud de la paciente empeoró y su nieta se dio cuenta del error.
La mujer no se estaba tomando la medicación correcta, así que la nieta llamó al CAP. El personal médico decidió hacerle un análisis para comprobar su estado y confirmaron que la mujer presentaba niveles anormales de tiroides, así que iniciaron un seguimiento domiciliario para vigilar su evolución.
Pese a todo, el estado de salud de la mujer continuó empeorando durante unos días hasta que se decidió ingresarla en el Hospital de Cruces, donde finalmente acabó falleciendo. Su cuerpo fue trasladado al servicio de Patología Forense del Instituto Vasco de Medicina Legal, donde se le hará la autopsia.
Los familiares de la mujer han presentado una denuncia contra la farmacia al considerar que la anciana murió “por un error en la prescripción de los medicamentos”. Según el citado medio, el día en que sucedieron los hechos, en la farmacia sólo había dos trabajadores, y uno de ellos sólo era un auxiliar de farmacia.
Ahora, los investigadores deberán determinar si la actuación de los trabajadores de la farmacia podría constituir algún tipo de negligencia. Según ‘El Correo’, la receta estaba escrita a mano, los dos medicamentos tienen nombres muy similares y además estaban guardados en el mismo cajón.
