La Policía ha detenido a un hombre de 44 años que aprovechaba para robar las joyas de los muertos que llegaban a la funeraria donde trabaja.
Según han informado fuentes de la investigación a ‘Europa Press’, la Policía detectó la venta de numerosas joyas de oro que no parecían estar relacionadas con la persona que las vendía, ya que tenían inscripciones, diseños o características que no encajaban con su perfil.
Por este motivo, la Policía Nacional inició una investigación para determinar cuál era el origen de estas joyas. Los investigadores llegaron a un sospechoso que trabajaba en una funeraria de Avilés, en Asturias, y que tenía contacto constante con los difuntos.
Una vez planteada la posibilidad de que este trabajador estuviera desplomando a los muertos y robando las joyas para después venderlas, registraron su piso y encontraron siete lotes de joyas de procedencia ilícita, de los que pudieron intervenir seis, con un valor de unos 1.500 €.
La Policía alertó a los familiares de las presuntas víctimas del robo y algunos de ellos pudieron recuperar las joyas, mientras que el hombre fue detenido. Los agentes aún investigan la procedencia de cuatro joyas más que nadie ha reclamado y han publicado una fotografía de las joyas para intentar encontrar a los familiares de sus auténticos propietarios.