El Rey emérito Juan Carlos I ha creado una fundación junto con sus hijas en Abu Dhabi, según El Condifencial.
El objetivo es dar a conocer la figura de Juan Carlos I mediante la financiación de actividades educativas y culturales.
A su vez, sin embargo, también aprovecha la favorable legislación de los Emiratos Árabes Unidos que permite que el emérito centralice su fortuna fuera de España y que la hereden las infantas.
La entidad está presidida por él y por las hijas, que ocupan asientos en el patronato.
Felipe VI no participa de esta operación porque, en marzo de 2020 renunció a la herencia de su padre.
Según diversos medios, la constitución de la entidad se ha gestionado desde Madrid a través de un abogado español de un bufete internacional, aunque la fundación como tal se encuentre en los Emiratos Árabes Unidos, país que cuenta con una nula fiscalidad por este tipo de fundaciones.
Actualmente, ninguna de las hijas de Juan Carlos I recibe asignación económica de los presupuestos generales del Estado desde que dejaron de formar parte de la Casa Real.
La infanta Elena trabaja en la Fundación Mapfre y percibe un salario de unos 300.000 euros anuales y su hermana ingresa unos 400.000 euros de la Fundación Aga Khan.
Además, ambas se han beneficiado de los fondos sin declarar que el emérito guardaba en el extranjero.
Sin embargo, la fundación creada en Abu Dabi busca no sólo asegurar el futuro de las infantas, sino también facilitar el traspaso de los activos que le quedan al emérito, a las hijas, ya que la legislación de los Emiratos Árabes “convierte las fundaciones en una fórmula ventajosa para el trasvase de activos en caso de muerte. A su casi nula fiscalidad se une el secreto en torno a las normas o estatutos que regulan su funcionamiento interno y, también, diluye la verdadera titularidad de los bienes amparados por su estructura”.
Los herederos pasan a controlar todo el patrimonio de la sociedad así que mueren sus progenitores sin que llegue a revelarse la identidad de ninguno de ellos, explica el digital.
