La muerte de un niño de 13 años que desapareció la tarde del domingo y apareció sin vida unas 24 horas después en un parque, todavía está lejos de esclarecerse. La Policía está investigando las circunstancias de su desaparición y muerte y está analizando su entorno e intentando reconstruir sus pasos para saber qué pasó.
El chico, de origen ucraniano y llegado a Badajoz con su familia como refugiados de la invasión rusa de su país, desapareció hacia las 17:30 h del domingo, último momento en que alguien lo vio.
Más de 24 horas después, hacia las 19:30 horas del lunes, unos vecinos localizaron su cuerpo mientras paseaban por una zona no muy concurrida del parque de la Legión de la ciudad, junto a la muralla.
La principal hipótesis de la Policía que investiga los hechos es que el chico se precipitó desde arriba de la muralla, y que lo habría hecho voluntariamente, ya que descartan, de momento, la participación de terceras personas en su muerte.
La familia del chico ha explicado que era muy introvertido y que recientemente lo habían visto “bajo de ánimos”. Antes de salir de casa el pasado domingo, el joven borró el historial de su ordenador y se marchaba sin llevarse las llaves, ni ropa de abrigar ni ningún tipo de documentación.