Ocurrió el pasado 28 de marzo pasado, en un convoy de Renfe que se dirigía hacia la estación de León, donde tenía programado llegar a las 21:30 horas. El viaje se había desarrollado de manera normal hasta que llegaron a la estación de Sahagún, a las 21.00 horas, desde donde el tren no volvió a partir.
RENFE MIENTE A LOS PASAJEROS
Cuando el tren hacía cerca de 20 minutos que permanecía parado en esta estación, parada habitual dentro del trayecto, los pasajeros se enteraron de que no continuarían el viaje.
“Parada en Sahagún, falta media hora para llegar al destino (León). Después de 20 minutos detenidos, el revisor comunica que no arrancará ‘León no admite trenes’ es la excusa que nos pone @Renfe”, relató Javi García, uno de los pasajeros, a través de la red X.
En aquel momento, la compañía ferroviaria les dio la solución de seguir el trayecto en autobús. Sin embargo, el motivo que dieron desde la empresa, no era la verdadera razón por la que no podían seguir el recorrido.
Según se pudo apreciar en una de las pantallas del tren, el maquinista había cumplido su jornada laboral, lo que le imposibilitaba conducir media hora más y culminar el viaje.
“Después de una hora parados sin saber el motivo, descubrimos que la incidencia no es otra que ‘El maquinista ha terminado su jornada laboral'”, acusó García con el vídeo de la pantalla del convoy.
La solución será que varios autobuses nos lleven a León desde allí
Tras cerca de 1 hora parados sin saber el motivo descubrimos que la incidencia no es otra que 𝗘𝗹 𝗺𝗮𝗾𝘂𝗶𝗻𝗶𝘀𝘁𝗮 𝗵𝗮 𝘁𝗲𝗿𝗺𝗶𝗻𝗮𝗱𝗼 𝘀𝘂 𝗷𝗼𝗿𝗻𝗮𝗱𝗮 𝗹𝗮𝗯𝗼𝗿𝗮𝗹 como aquí podéis ver pic.twitter.com/7t2A9StRXm
— Javi García (@javigarciabz) March 28, 2024
Desde Renfe explicaron que el maquinista hizo un viaje previo que presentó un retraso, lo que provocó que trabajara 88 minutos adicionales. De esta manera, cuando se dirigía a León, ya había cumplido la jornada y por ley no podía continuar, informó ABC.
CON DOS HORAS Y MEDIA DE RETRASO
Finalmente, los pasajeros fueron trasladados hasta León, su destino final, con dos autobuses, los cuales presentaron importantes retrasos.
“Un primer autobús llega hacia las 22:00h, 40 personas suben corriendo sin que el resto sepamos nada, la situación es incluso cómica. La hora de llegada se pospone a las 22:45“, relató el pasajero.
“Entre los implicados de esta estampida parece que figura el propio maquinista, comedia fina. Después de 120 minutos dentro del vagón, por fin llegan los dos autobuses que nos trasladan a León, eso sí, 2 horas y media después de la hora prevista”, concluyó García.
