El pasado junio de 2023 apareció el cuerpo de una mujer de 22 años aparecido en un domicilio de Torremolinos, en Málaga. Se trata de Sibora Gagani, de origen italoalbanés y que vivía con su pareja, también italiana, Marco G. R. Cuando la joven desapareció, sus familiares sospecharon que el hombre, que “lo había tratado mal” tenía algo que ver.
De hecho, Marco fue arrestado poco después, pero no por el asesinato de Sibora, sino por el de Paula. La mujer, de 28 años, también había sido su pareja y era la madre de su hijo. El hombre confesó que lo había muerto a puñaladas y que había emparejado su cadáver en una carta en los Juzgados, afirmando “estar totalmente arrepentido”. Marco asegura haber tenido “un acercamiento muy grande con Dios” y que se encuentra en el “camino espiritual”.
Una vez detenido Marco, las autoridades lo interrogaron respecto a la desaparición de Sibora, que habría finalizado su relación con él poco antes. El individuo acabó confesando la autoría de este homicidio también, aunque luego dijo que no lo había muerto él, sino que sólo había ayudado a esconder su cuerpo.
La inspección exhaustiva en su domicilio, con el uso de un equipo de rayos-X, desveló dónde se encontraba el cuerpo de Sibora: oculto en el interior de un cajón de madera entre las paredes de la vivienda. El detenido lo había envuelto con bolsas de plástico y lo había puesto dentro de un saco de dormir, después de haberle lanzado ácido. Presentaba signos evidentes de violencia y tenía un ramo de flores sobre su torso.
El individuo cuenta con varias denuncias por violencia de género interpuestas por dos de sus parejas anteriores, y una orden de protección de una de ellas pesa sobre el individuo. En este punto, la familia de Sibora Gagani pide que el presunto asesino explique toda la verdad de su muerte, si realmente hay otras personas implicadas y que se haga justicia por la joven y todos sus seres queridos.