Un joven de 20 años y nacionalidad española, recibió ayer por la tarde una llamada, mientras estaba en su casa, en Sa Coma, en el municipio mallorquín de Sant Llorenç des Cardassar. Cuando bajó a la calle, donde parece que había quedado con la llamada anterior, recibió una puñalada en el pecho, junto al corazón, que le produjo la muerte instantánea.
Cuando su hermano bajó a la calle extrañado por la tardanza del chico, se encontró, agarrado, su cuerpo sin vida. El 112 recibió la llamada avisando del hecho poco antes de las seis de la tarde, e indicó cómo hacer las maniobras de reanimación a la víctima mientras llegaban los servicios de emergencias.
Cuando llegaron las ambulancias, los médicos continuaron con la reanimación, pero no hubo nada que hacer. Un psicólogo del servicio de emergencias atendió a los familiares del difunto, mientras la Guardia Civil iniciaba las primeras investigaciones, hablando con testigos y revisando las cámaras de seguridad de la zona y practicando una batida por los alrededores, para tratar de localizar al homicida y al arma del crimen.
Más tarde se desplazó hasta el lugar del asesinato la comitiva judicial que procedió al levantamiento del cadáver y su retirada al Instituto de Medicina Legal para practicarle la autopsia.
De momento no hay ningún sospechoso claro y tampoco se ha podido localizar el arma del crimen.