El chico de 20 años detenido por el asesinato de Mateo, el chico de 11 años apuñalado mientras jugaba con unos amigos en Mocejón (Toledo), ha confesado el crimen y ha explicado algunos detalles que ayudarán a la Policía a determinar las circunstancias exactas en las que se produjeron los hechos.
Según recoge ‘El Mundo’, citando fuentes policiales, el joven se dirigió al polideportivo donde jugaba el Mateo con otros amigos con la intención de agredir a otro chico del pueblo con quien tenía “problemas pendientes”. Como no lo encontró, atacó a la primera persona que se encontró, el Mateo, clavándole varias puñaladas, y se marchó.
Unas 24 horas después, con ayuda de las cámaras de seguridad y de la ubicación de su teléfono móvil, la Guardia Civil consiguió localizar al chico, que estaba de vacaciones en casa de su padre.
Según las mismas fuentes, en el momento de su detención el joven estaría preparando un nuevo ataque sobre su primer objetivo.
El detenido es un chico de 20 años, de nacionalidad española y que tapó la cara con un pañuelo cuando entró en el polideportivo donde esperaba encontrarse con un “viejo conocido” suyo, que era su objetivo.
Es decir, el ataque era premeditado, pero como no encontró el objetivo, acabó atacando a Mateo, el chico que tenía más cerca.
A pesar del pañuelo, las cámaras lograron identificarlo y la Policía lo localizó y detuvo en casa de su padre, donde también había un hermano pequeño.
Según el progenitor, el chico “no está bien” y tiene algún tipo de trastorno psíquico.
Mientras tanto, la Guardia Civil aún no ha encontrado el arma del crimen y continúan buscándola en un canal que pasa por el pueblo de Mocejón.