domingo, 16 de junio de 2024
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Arranca la campaña electoral para las elecciones europeas del 9-J

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Los ciudadanos de la Unión Europea están llamados a las urnas el 9 de junio para elegir la nueva Eurocámara, y en Cataluña la campaña, que arranca este jueves, llega en plena resaca de las elecciones al Parlamento catalán y en medio de las negociaciones para conseguir formar un nuevo Gobierno en la Generalitat. Este elemento se combinará con los temas propios de la campaña europea, como el conflicto de Oriente Medio, Rusia y Ucrania o el ascenso de la extrema derecha. Este mismo miércoles los candidatos catalanes a las elecciones hablaban de ello en un debate organizado por la Asociación de Periodistas Europeos de Cataluña (APEC).

Menos de dos semanas después de votar, a los catalanes les espera una segunda ronda de mítines y una nueva cita electoral. Hace 10 años que en Cataluña no se celebran unas elecciones a la Eurocámara sin ninguna otra contienda electoral y, entonces, la participación fue del 46%.

Todo ello podría incidir en la participación en los comicios europeos, aunque, en declaraciones a la ACN, el director general de comunicación y portavoz del Parlamento Europeo, Jaume Duch, explicaba hace unos días que hay un mes de margen entre unas elecciones y otras, “tiempo más que suficiente” para “dar visibilidad a la importancia” de las europeas.

Desde un punto de vista general, la Unión Europea confía en una subida de la participación. Desde su oficina en Barcelona destacan que la cifra de encuestados en el último Eurobarómetro con intención de votar en las elecciones europeas es del 71%, nueve puntos más que hace cinco años. Con todo se muestran prudentes, dado que son conscientes de que estos datos no siempre se trasladan a las urnas.

Máximo histórico en pleno debate soberanista

Dejando de lado las primeras elecciones que se celebraron con la entrada de España en la UE en 1987, el máximo histórico de participación en unos comicios europeos en Cataluña es de 2019. Estas elecciones coincidieron con las municipales y, además, los dos grandes líderes del independentismo del momento, Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, se presentaron a las europeas como un intento de llevar la causa catalana a Bruselas. Votaron casi 3.440.000 personas, un 60,93% del censo. Se superó incluso la media europea de participación (50,66%).

En cambio, en las europeas de 2014 la participación fue del 46,18%. El mínimo histórico es de 2009, cuando menos del 37% de los electores catalanes votaron para elegir representante en la Eurocámara, quedando por debajo de la media europea (43%), según datos facilitados por la Eurocámara.

En los últimos veinte años la participación en las españolas en Cataluña ha estado por encima del 62%. En las catalanas, llegó a máximos históricos en 2015 (77%) y en 2017 (79%), pero en las últimas se rebajó y el pasado 12 de mayo se situó en torno al 58%. El mínimo en 20 años fue en 2006 con un 56% de participación.

Candidatos de los partidos catalanes

En las elecciones europeas la circunscripción electoral es única en todo el Estado, con lo que los ciudadanos votan las mismas listas de candidatos en todas las ciudades y comunidades autónomas. En el Estado hay 33 candidaturas y la mayoría de los grandes partidos están adscritos a un grupo europarlamentario del que formarán parte una vez se renueve la cámara.

De estas listas, están los siguientes candidatos principales de los partidos catalanes: Toni Comín (Junts), Diana Riba (ERC), Javi López (PSC), Jaume Asens (Comuns) Jordi Cañas (Cs), Dolors Montserrat (PP) y Jorge Buxadé (Vox). Excepto Asens, todos buscan revalidar su cargo como eurodiputados, en el caso de López, por tercera vez.

En las últimas elecciones europeas, la candidatura de Junts encabezada por Puigdemont ganó en Cataluña con casi un millón de votos. El PSOE quedó en segundo lugar con el 22% de los votos, ERC el tercero (21%), cuarto Ciudadanos (8,2%), Unidas Podemos con Ernest Urtasun quinto (8,4%) y el PP sexto (3%). Vox obtuvo poco más de un 1,2% de los votos en Cataluña, un resultado con el que no hubiera obtenido representación si la circunscripción no fuera única.

El panorama político catalán cinco años después es bastante diferente, si bien los electores no votan igual en las diferentes contiendas electorales. De todas maneras, en 2019 gobernaban Junts y ERC con Quim Torra al frente, mientras Ciudadanos lideraba la oposición gracias al apoyo de más del 25% de los votantes y los socialistas eran cuarta fuerza.

En las elecciones del 12-M de este 2024, el PSC se impuso con casi el 28% de los votos, Junts quedó segundo con el 21,6%, y ERC tercero con el 13,6%. Ciudadanos ha desaparecido de la cámara, ya que obtuvo menos de un 1% de votos.

Negociaciones entre mítines

El calendario para la constitución del Parlamento de Cataluña no deja margen a los partidos para aparcar las negociaciones mientras piden el voto para entrar en el Parlamento Europeo. La fecha máxima para constituir la Mesa de la cámara es el 10 de junio, es decir, al día siguiente de las elecciones, de manera que los partidos ya asumen que tendrán que combinar ambas cosas porque “el calendario es el que es”.

Tras la victoria en las elecciones catalanas el PSC se prepara para encarar unas negociaciones en las que confía convencer a las otras formaciones para facilitar la investidura de Salvador Illa como nuevo presidente de la Generalitat. Los socialistas son conscientes de que sus opciones pasan o bien por conseguir el apoyo de Junts -suman 77 diputados- o bien con los votos tanto de ERC como de los comunes, que llegan justo a la mayoría absoluta, con 68 escaños.

Desde Junts+ prevén que la campaña de las europeas sea “un instrumento de la negociación”, pero aseguran que habrá contactos en las próximas semanas. “No estará todo parado”, afirman. Fuentes de la candidatura señalan que “combinarán las dos cosas” y trabajarán por la “unidad independentista” para formar Gobierno encabezado por Carles Puigdemont, que promete “luchar todas las opciones” para su investidura (que requeriría la abstención del PSC). De momento, son el propio Puigdemont y el secretario general Jordi Turull quienes están gestionando los primeros contactos.

Situación delicada en ERC

Los republicanos mantienen que son PSC y Junts quienes tienen que negociar, y que ellos irán a la oposición. Los anuncios del presidente del Gobierno en funciones y cabeza de lista al 12-M, Pere Aragonès, de abandonar la política, y de la decisión de la secretaria general del partido, Marta Rovira, de dejar el cargo tras el congreso del 30 de noviembre, han precipitado una crisis interna que también afectará a las negociaciones. Será Rovira quien liderará las conversaciones, si bien también ERC someterá a la militancia la posición del partido sobre una eventual investidura. A su vez, el presidente de ERC, Oriol Junqueras, dimitirá temporalmente del cargo tras el 9-J, pero analizará si tiene suficientes apoyos internos para presentarse a la reelección.

Los resultados del 12-M sitúan a ERC en una posición débil pero también clave a la hora de constituir la Mesa y el Parlamento, y formar gobierno. En Calabria reiteran que irán a la oposición y que ata a PSC y Junts explorar acuerdos. ERC, sin embargo, no tiene incentivos para repetir unas elecciones en otoño donde ahora mismo debería buscar cabeza de lista. El adiós de Aragonès se traduce también a un ‘no’ para ser candidato. Y Junqueras, incluso en el caso remoto de ser todavía presidente de ERC, duda estar amnistiado entonces. El exlíder en Madrid Joan Tardà apuntaba hace unos días que había que investir a Illa para evitar unas nuevas elecciones, e ir a la oposición. Una estrategia que parece que cada vez coge más fuerza en Calabria.

Los comunes apuntan que ya han tenido unos contactos iniciales con el PSC, pero afirman que la negociación como tal no comenzará hasta esta misma semana, a las puertas de la campaña de las europeas. Se han querido dejar unos días para reflexionar sobre su situación después de perder dos escaños y de quedarse con seis diputados, todos de la circunscripción de Barcelona, y apenas han decidido que las negociaciones las liderarán cinco personas, solo dos de ellas diputadas: David Cid, Lluís Mijoler, Candela López, Gemma Tarafa y Eloi Badia.

La formación capitaneada por Jéssica Albiach ya ha afirmado en varias ocasiones que su prioridad es un tripartito con el PSC y ERC, pero no han cerrado la puerta a apoyar desde fuera a un hipotético gobierno en minoría de los socialistas. En cualquier caso, los comunes dicen que la pelota está en el tejado del PSC y ponen la responsabilidad y el peso de las negociaciones en los socialistas.

Quien también entra en la ecuación de las conversaciones es el PPC, especialmente para las negociaciones sobre la Mesa, después de que el PSC se haya mostrado abierto a hablar con todo el mundo menos Vox y Alianza Catalana. Los populares están en una época de euforia, con cinco veces más diputados que en la última legislatura, y quieren hacer valer su nueva condición de cuarta fuerza del Parlamento.

El PPC no cierra la puerta a entenderse con el PSC, sobre todo si es para “frenar” el proceso independentista, pero la semana pasada su líder, Alejandro Fernández, ya advirtió de que no se dejarán engañar y que a la hora de negociar analizarán “hechos y no promesas”.

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