Siete de los dieciséis investigados por la paliza que dejó Álex, un joven de 23 años, en estado vegetativo irán a la cárcel. El grupo estaba formado por un mínimo de 16 personas entre 15 y 38 años, nueve de ellos menores que ya fueron juzgados y siete adultos que han sido juzgados estos días.
La Justicia ha condenado a cuatro de los jóvenes a 20 años de prisión por un delito de asesinato con grado de tentativa con pertenencia a grupo criminal. Un quinto ha sido condenado a 14 años de prisión, al valorar el juez un atenuante “de anomalía psíquica”.
Un sexto joven deberá cumplir una pena de 10 años de prisión como cómplice de asesinato en grado de tentativa y pertenencia a grupo criminal. Y el séptimo joven ha sido condenado a una multa de 10 euros al día durante 12 meses —3.650 euros— por omisión del deber de socorro.
Los magistrados consideran que todos los jóvenes, excepto uno, formaban parte “de un grupo criminal”. Todos ellos eran miembros por un lado, ‘Los hermanos Koala’, y apalearon al chico con traición, dejándolo sin ninguna posibilidad de defenderse.
La agresión se produjo el 25 de julio en Amorebieta, en Vizcaya. Un grupo formado por 16 personas de entre 15 y 38 años le dieron una paliza tan fuerte que el joven quedó en estado vegetativo. Según los forenses, su esperanza de vida es “corta” y no ven posibilidades de mejora.
De los 16 implicados en la riña, 9 de ellos eran menores que ya fueron juzgados y fueron condenados a penas de entre los tres y los cinco años de internamiento cerrado. Todos ellos por un delito de asesinato con traición en grado de tentativa.
La madre durante el juicio: “¿Por qué le habéis hecho esto?”
La familia de Álex quería pedir condenar a todos los acusados a una pena de prisión permanente revisable, pero conscientes de que era muy difícil, pidieron una pena de 30 años de prisión. La Fiscalía, en cambio, pedía penas de 14 años, así que los jueces han interpuesto condenas superiores para cuatro de los acusados.
Durante el juicio, la madre del chico ha llegado a preguntar directamente “por qué le han hecho eso” a su hijo, pero los acusados no han querido o no han podido responder.
Al parecer, según los agentes de la Ertzaintza que han testificado en el juicio, no era la primera vez que muchos de estos jóvenes se veían involucrados en sucesos. Nunca llegaron al extremo en el que llegaron con Álex, pero acostumbraban a “cazar” a sus víctimas para robarles sus pertenencias en la calle o en el parque.
El Alexandru Ionita, originario de Rumanía, tuvo la mala suerte de cruzarse con ellos mientras caminaba por el parque. Los jóvenes lo “acorralaron” e “intimidaron”, lo apalearon y grabaron todo en vídeo.
Algunos de ellos hablaron de la paliza a través de sus redes sociales, concretamente WhatsApp, y en las conversaciones analizadas incluso se reían del destino de Álex.
Ahora, el chico, que en el momento de la paliza tenía 23 años, está condenado a una vida pegado a su cama, con la presencia inseparable de su madre, y con unas perspectivas casi inexistentes que su situación mejore. De hecho, los forenses creen que tiene una esperanza de vida muy “corta”.