Los padres de un bebé con importantes “daños cerebrales” debido a las negligencias del personal médico durante el parto recibirán una indemnización de 1,5 millones de euros.
Así lo ha decidido el Tribunal Supremo tras revisar la sentencia de la Sección 4ª de la Audiencia Provincial de Oviedo, que ya condenó a la aseguradora del Servicio de Salud del Principado de Asturias a la misma indemnización.
El Supremo ha rechazado el recurso de casación que interpuso Sespa, la aseguradora, contra la sentencia, y confirma que los profesionales sanitarios que atendieron a la mujer durante el parto fueron los causantes de los “importantes daños cerebrales” que sufrió la menor. El Tribunal considera que hubo una “inadecuada actuación profesional del personal sanitario”.
Según la sentencia, los hechos ocurrieron en octubre del año 2015, cuando la madre, que tenía 23 años, se puso de parto. Su embarazo transcurrió con normalidad y sin factores de riesgo, pero la niña nació con una encefalopatía hipóxico-isquémica grave que le provocó graves daños cerebrales.
El Tribunal acusa a los médicos de no “percibir” las “alteraciones del registro cardiotocográfico, presentes durante varias horas a lo largo del día del nacimiento, que alertaban del padecimiento fetal por hipoxia“.
El Supremo incluso da a entender que la indemnización que recibirán los padres de la menor es la más alta posible porque el contrato de la aseguradora contiene límites que no se pueden exceder: 1.500.000 € por siniestro y 1.000.000 por víctima.
Siguiendo esta cláusula, el Supremo ratifica la indemnización máxima de 1,5 millones de euros total, de los que 1 millón serán para la pequeña; 346.000 € para la madre y 154.000 € para el padre.
