La Policía Nacional disolvió un violento enfrentamiento en Sevilla protagonizado por grupos de ultras del Betis y del Osasuna, en los alrededores del Estadio Benito Villamarín, el domingo a primera hora, en la previa del partido.
No se produjo ninguna detención, si bien fuentes del cuerpo policial no descartan arrestos, tal y como confirman fuentes de la Policía a Europa Press, ya que los agentes han retenido a medio centenar de aficionados radicales para identificarlos después de la pelea.
Vecinos de la zona registraron con sus móviles la violenta paliza que recibió uno de los aficionados, presuntamente del Betis, por parte de varios radicales encapuchados, supuestamente de los Indar Gorri, los ultras navarros, armados de bastones, bengalas y botellas.
El joven agredido a golpes y patadas quedó en el suelo inconsciente, al lado de una motocicleta que también estaba en el suelo. La providencial llegada de los cuerpos policiales evitó que las heridas del chico fueran irreversibles.
