Diego Barcía, un hombre de 46 años que fue dado por muerto en 2013, ha vuelto a casa sano y salvo para sorpresa de su familia. La vida de este hombre, de Fene, en Ferrol, se convirtió en una vida de película cuando abandonó su localidad en 2012 para ir a Francia a trabajar en la vendimia.
Después de Francia, Diego se desplazó a Berlín, donde estuvo durante unos meses antes de volver al país galo e intentar entrar en la Legión. Como no pudo hacerlo, decidió marcharse a Siria como reportero de guerra, pero allí fue interceptado por la Policía y lo metieron en la prisión.
El hombre ha explicado que tuvo "una especie de juicio", según recoge Informativos Telecinco, y dejaron de considerarlo un terrorista, pero entonces llegó el coronavirus y no pudo contactar con la embajada española.
Fue en 2022, 10 años después de marcharse de Ferrol, cuando consiguió contactar con la embajada y España pudo interceder para llevarlo a casa.
Lo más surrealista de la situación es que la familia de Diego no sabía dónde fue en el momento de su desaparición. Él no avisó a nadie de que se marchaba a Siria, y su familia pensó que era por alguna normativa de la Legión francesa durante el período de instrucción.
Entonces, una noticia publicada en un medio de comunicación holandés dio por muerto a Diego y la familia denunció su desaparición, aunque fuera por repatriar el cuerpo en caso de haber muerto en el extranjero.
La investigación no dio frutos, y después de años sin saber nada de él, la familia tiró la toalla y asumió que Diego había muerto hasta que el hombre pudo contactar con la embajada.