Una iniciativa surgida por el aumento de ahogamientos, en muchos casos mortales, de niños y niñas en playas y piscinas durante los últimos veranos ha provocado polémica y controversia. Se trata de una iniciativa que propone multar a los padres que no supervisen a sus hijos en caso de que haya algún incidente y se obligue a actuar a los socorristas o servicios de emergencia.
La polémica iniciativa ha surgido de la plataforma ‘Canarias, 1500 km de Costa’, y su presidente, Sebastián Quintana, explica a ‘Telecinco’ algunos de los casos de los últimos meses que cree que hacen necesaria una propuesta como esta.
Quintana recuerda, por ejemplo, como hace una semana la Policía detuvo a unos padres después de que su hijo de 7 años resultara herido grave al ahogarse en una piscina comunitaria. Están acusados de abandono temporal de menores.
El presidente de ‘Canarias 1500 km de Costa’ explica que, según datos de estudios hechos por ellos mismos, de cada 10 menores que se ahogan en las playas y piscinas, 9 son a causa de “la falta de atención, vigilancia y control por parte de los adultos a su cargo”.
Según los datos oficiales, este verano se han ahogado 137 niños y niñas en toda España, 34 de los cuales han acabado muriendo. Son cifras muy altas que hay que revisar y, según la plataforma, una opción sería poner más responsabilidad sobre los adultos, padres y madres que están a cargo de estos niños. Creen que con multas económicas se podría forzar a los adultos a estar más pendientes de los niños y evitar desgracias.
La propuesta ha generado mucha polémica y opiniones divididas sobre si se trata de una iniciativa idónea o sobre si se pone demasiada responsabilidad sobre los padres en situaciones que, en muchos casos, son simples accidentes.
En otros casos, sin embargo, las investigaciones policiales posteriores determinan que sí que puede llegar a haber responsabilidad de los progenitores. Este mismo verano, por ejemplo, la Policía de Blanes investigó el ahogamiento de un menor de 5 años en una piscina de un camping de la localidad y descubrió que el padre del niño podría haber estado distraído —mirando el móvil— en el momento en que su hijo, que no tenía flotador, se ahogaba.
Es en estos casos en los que la plataforma propone que haya multas económicas, es decir, cuando hay comprobación —en el caso de Blanes, por las cámaras de seguridad del camping— que los adultos a cargo del menor no lo están vigilando adecuadamente.