Muere una niña de 14 años sin que le hicieran pruebas para saber qué tenía

09 de mayo de 2023 a las 17:40h

Una niña de 14 años ha muerto por una meningitis meningocócica que no se le detectó a tiempo porque los médicos no ordenaron hacer las pruebas que lo hubieran detectado. En un nuevo caso de presunta negligencia médica, los sanitarios creyeron, en un primer momento, que la chica había consumido drogas.

 

'La Voz del Sur' ha informado de que los hechos comenzaron el pasado 10 de marzo, cuando los padres de la niña la llevaron al hospital Virgen del Camino de Sanlúcar de Barrameda porque hacía días que se encontraba mal. La niña llegaba con náuseas, vómitos y fiebre, así como dolor de cabeza, rigidez en el cuello y lenguaje ininteligible.

 

Allí, los sanitarios le hicieron una analítica que mostró "perímetros patológicos, como leucocitosis de 18.300 con linfopenia y trombopenia". A pesar de estos resultados, que indicaban que algo no iba bien, los médicos no pidieron más pruebas, más allá de un análisis de orina porque la niña mostraba "síntomas de estar bajo los efectos de las drogas".

 Por este motivo, los sanitarios activaron un protocolo de violencia en menores, un protocolo que para la familia hizo que los médicos perdieran tiempo y no dieran a tiempo con el diagnóstico correcto. Los padres denuncian que una doctora y una enfermera creyeron que había consumido, y de hecho le hicieron a la menor un "interrogatorio" para tratar de averiguar qué había consumido, pero la familia aseguró que no había usado ninguna sustancia. 

La menor empezó a sangrar por el esfínter, un hecho que hizo que cambiaran la posible diagnosis y añadieran un posible caso de abuso sexual con drogas. Por este motivo, alertaron a la autoridad judicial, que envió un médico forense que descartó la agresión sexual. Horas después, aún sin una diagnosis clara, la niña empezó a tener convulsiones y perdió la consciencia, sufriendo una parada cardiorrespiratoria.

 

En pocas horas la niña sufrió un shock séptico que le provocó un empeoramiento de su estado de salud, que ya era crítico. Habían pasado tres días desde que la niña empezó a encontrarse mal, pero aún no había ningún diagnóstico.

 

La víctima empezó a sufrir un fallo multiorgánico y se la traslada al Hospital Puerta del Mar con dos paradas cardiorrespiratorias, y fue allí donde le hicieron dos pruebas que dieron como resultado una diagnosis de meningitis. Rápidamente se la derivó a la UCI pediátrica, pero los médicos ya no pudieron hacer nada para salvarle la vida. La meningitis le había afectado al cerebro y ya prácticamente no tenía funcionalidad cerebral. Al día siguiente, los médicos comunicaron a la familia el estado de muerte encefálica de la niña, y se decidió retirar todos los dispositivos que aún la mantenían con vida.

 

Negligencia médica

Los progenitores de la chica denuncian que los médicos cometieron una negligencia, ya que no pidieron más pruebas cuando la niña visitó el centro. "Fue puesta en observación en el hospital, pero no le hicieron una anamnesis adecuada, ni se le pautó un tratamiento adecuado a los síntomas que mostraba, y no se le pidió ninguna prueba necesaria en relación con el estado que presentaba".

 

Los padres denuncian que no le hicieron la prueba de procalcitonina (PCT) para ver si la infección que tenía estaba siendo provocada por un virus o una bacteria. Si se lo hubieran detectado a tiempo, argumentan que la vida de la niña podría haberse salvado y los daños no habrían sido tan severos.