Muere un bebé de 3 meses y tras la autopsia detienen a sus padres

12 de mayo de 2023 a las 19:03h

Los padres de un bebé de tres meses que murió el pasado 29 de abril han sido detenidos tras conocerse los resultados de su autopsia. Según fuentes judiciales, aunque en un primer momento se creyó que la causa de la muerte del bebé fue la ingesta accidental de cocaína, la autopsia pone de manifiesto que su muerte no habría sido accidental.

 

El informe preliminar apunta "a una o varias acciones violentas llevadas a cabo por parte del padre", que está en prisión preventiva desde la muerte del bebé.

 

Los hechos sucedieron el 29 de abril en Fuerteventura, en Canarias, pero al parecer la situación de indefensión de la menor ya hacía tiempo que se arrastraba, probablemente desde el mismo nacimiento. El texto de los magistrados indica que la pequeña "no tenía los cuidados más elementales, presentaba una dermatitis grave en el pañal debido a haber estado con el pañal mojado durante horas" y con signos de desnutrición.

 

Según el forense, la niña "era alimentada en la mitad de lo que sería normal en sus pocos meses de vida". Además, presentaba "abundante suciedad en las uñas" y "restos de cocaína en su organismo, siendo esta una de las causas de su muerte".

 

Los investigadores policiales encontraron en la vivienda donde vivía la niña una situación de insalubridad evidente, con cigarrillos y porros cerca de donde bañaban a la niña.

 

La situación empeora considerablemente al conocerse que, desde octubre del año pasado la pareja había perdido la custodia de dos hijos menores que ya habían dado positivo en cocaína y marihuana. Desde entonces, estos dos niños estaban con los abuelos paternos, pero los padres se quedaron con el otro bebé después de nacer.

 

Así, el informe forense acusa tanto al padre como a la madre de tener a la niña en condiciones de insalubridad y de suciedad que hace que se les acuse de un delito de incumplimiento de los deberes familiares y de un delito de maltrato y de homicidio imprudente. Por este motivo, el padre está en prisión preventiva y la madre, aunque está en libertad, no puede salir de Fuerteventura y tampoco puede acercarse a los otros dos hijos, que siguen con sus abuelos.