Una pareja que perdió a su bebé de un año y medio de vida por una obstrucción intestinal no detectada en el hospital recibirá una indemnización de 72.000 euros.
Los padres de la pequeña la llevaron al hospital con un cuadro de vómitos, pero el médico que les atendió dijo que era algo "normal" y les prescribió un medicamento y una dieta blanda.
Durante el día siguiente, la niña no mejoró y volvieron a llevarla al hospital donde la habían derivado el día anterior, donde le detectaron una obstrucción intestinal que le acabó provocando la muerte.
La familia denunció al médico y al hospital y pidió una indemnización de 144.000 euros, y ahora la Justicia les ha dado la razón de forma parcial. Si bien la Sala del Tribunal Superior de Justicia de Murcia no cree que hubiera mala práctica, sí que cree que se produjo una "pérdida de oportunidad", ya que el centro no consultó al pediatra de la niña, que seis meses atrás ya le había tratado una gastroenteritis.
En caso de haberlo hecho, posiblemente se podría haber detectado la obstrucción y haber sometido a la niña a una intervención quirúrgica que podría haberle salvado la vida. Por este motivo, y teniendo en cuenta que la patología tiene una elevada tasa de mortalidad —es decir, la niña podría haber muerto igualmente en caso de detectarle antes—, la Sala ha fijado una indemnización más baja de la reclamada por los familiares.
