Una joven de 17 años llamada Irene, que era alérgica a la lactosa, murió después de beber un café que contenía esta sustancia mientras estaba de convivencias con su parroquia en la localidad de Campo de Criptana, en la provincia de Ciudad Real.
Irene sufrió una parada cardiorrespiratoria y fue trasladada de urgencia al hospital, donde murió tres días después.
El jefe del Servicio de Alergología del Hospital Universitario de Ciudad Real ha explicado que el caso de Irene es "excepcional" y que este tipo de reacciones son poco frecuentes, pero que las personas alérgicas a alimentos o picaduras de insectos deberían llevar una inyección de adrenalina.