La actriz Esther Uria ha muerto a los 55 años tras no superar una enfermedad de rápida evolución, según adelanta El Diario Vasco. Con una carrera que transitó entre la escena y la pantalla, Uria se convirtió en un rostro reconocible para el gran público gracias a su presencia en series de éxito y a una sólida trayectoria teatral.
En televisión, participó en producciones de gran audiencia como Hospital Central, Doctor Mateo, Cuéntame, El comisario, Ana y los siete y Maitena. En el País Vasco, su trabajo se extiende también a ficciones de ETB como Euskolegas y Pilotari, donde consolidó su vínculo con la industria audiovisual vasca.
Sobre los escenarios, Uria destacó en títulos como La cacatúa verde y La importancia de llamarse Ernesto, papeles que evidenciaron su registro versátil y su solvencia como intérprete de texto clásico y contemporáneo.
En los últimos años orientó parte de su actividad hacia el ámbito educativo. Se licenció en Educación Especial y Psicopedagogía y completó un Máster de Formación del Profesorado de Secundaria, convencida del potencial pedagógico de las artes escénicas y de su impacto en el aula.
