La mujer acusada de matar a su bebé recién nacido y enterrarlo frente a su casa ha explicado en su declaración jurada ante un jurado que dio a luz a un bebé que nació sin vida. Asegura que la pequeña “no lloraba” y que “tenía el cordón umbilical enrollado en el cuello”, y defiende que una vecina suya la ayudó y que ella se desmayó después del parto.
La acusada mantiene su versión durante el juicio que se está celebrando estos días por unos hechos sucedidos el 7 de marzo del año 2020 en Vícar, en Almería. La mujer ha explicado que se puso de parto de forma inesperada, ya que ni siquiera sabía de cuántos meses estaba —únicamente había ido al médico una vez y para evitar tener problemas en el trabajo.
Según indica, una vecina que la visitaba de forma frecuente fue a su casa a buscar a sus hijas y se la encontró de parto. La vecina la habría asistido durante el parto, hasta que poco después de dar a luz, habiendo llegado a “ver, pero no claramente” al bebé, la acusada perdió el conocimiento. Antes, pero, asegura que el bebé no se movía ni “lloraba ni nada” y que pensó que había muerto.
Explica que su vecina llegó a ponerle el bebé en el pecho y que lo cogió, pero insiste en el hecho de que no lloraba. Justo después, se desmayó. Según su versión, la vecina, en vez de llamar a una ambulancia, llamó a su marido. Ella se despertó al día siguiente, con la Guardia Civil en casa.
Según esta versión, la responsabilidad sobre el entierro del bebé y todo lo que pasó con él era de la vecina, pero el padre de la pequeña y expareja de la mujer la acusa de haberla matado y de haberlo hecho toda sola.Versión contradictoria
Su versión contrasta, sin embargo, con la que dio los primeros días después de su detención, cuando explicó que enterró al bebé con ayuda de esta vecina en una zona frente a su casa.
Varios testigos aseguran que habría pedido una hoz a otras vecinas —algunas familiares y conocidas de su exmarido, de quien tenía una orden de alejamiento—, que confesó que no quería tener el bebé o que escribió una carta desde la prisión sobre los hechos a otra amiga suya.
La acusación particular acusa a la mujer de haber intentado ocultar su embarazo hasta que dio a luz, y que mató a la niña asfixiándola para enterrarla. Fue otra vecina quien sospechó después de darse cuenta de que ya no tenía barriga y lo habló con una tercera persona.
Finalmente, después de preguntarle a la acusada, ella habría asegurado que había dejado a la niña en el hospital después de dar a luz.
Al conocer estos hechos, el padre de la niña empezó a buscar por los hospitales de la zona, pero como no la encontraron, interpusieron una denuncia ante la Guardia Civil, que después de investigar acabó localizando el cuerpo del bebé enterrado en la puerta de casa de la madre.
Ahora, el padre del bebé pide una pena de prisión permanente revisable por un delito de asesinato con agravante de parentesco, entendiendo que fue ella quien mató a la niña recién nacida, estrangulándola y sin la ayuda de nadie.