La familia de Marta, la chica de 19 años que estuvo varios meses en coma por una reacción alérgica, sigue luchando para conseguir las mejores curas para que pueda recuperarse. Como en tantos otros casos recientes, acusan a la Conselleria de Sanidad valenciana de una negligencia grave que ha cambiado la vida de su hija.
&bsp;Todo empezó el 28 de septiembre de 2022, cuando Marta y una amiga suya acababan unos entrenamientos. En el mismo gimnasio, alguien le ofreció un batido de proteínas a la joven, y ella lo quiso probar después de preguntar si llevaba frutos secos —ya que es alérgica a los pistachos— y que le dijeran que no.
&bsp;Mientras volvía a casa, Marta empezó a encontrarse mal y rápidamente tuvieron que trasladarla a un hospital, donde le inyectaron Urbason y la enviaron a casa. La situación no mejoró, entró en parada cardiorrespiratoria y la trasladaron al Hospital Virgen de los Lírios de Alcoy, en Alicante. La joven estaba sufriendo una severa reacción alérgica a los pistachos y acabó en coma.
&bsp;La familia de Marta denuncia que los sanitarios no tomaron buenas decisiones con su hija, e incluso reprocha que decidieran sacar a Marta de la UCI donde estaba ingresada, a pesar de que un informe médico lo contraindicaba porque "su vida corría peligro". Marta pasó tres meses en coma, y la familia, sospechosa de los tratos del hospital público, decidió trasladarla a un hospital privado de Valencia donde podían hacerle un tratamiento especializado en neurorrehabilitación.
&bsp;El problema de esta situación es que su estancia en el centro privado, que va a cargo de la sanidad valenciana, se acababa en el mes de abril. Consiguieron una prórroga y alargarlo hasta junio, pero si nada cambia, Marta volverá al hospital de Alcoy donde, aseguran, no tienen los medios para tratarla. La familia no puede pagar 10.000 euros al mes, que es lo que cuesta el tratamiento, y piden que la sanidad valenciana amplíe su estancia en el hospital privado, ya que está evolucionando favorablemente y es el único centro que les asegura que se seguirá tratando a su hija como necesita.
&bsp;"Ella te escucha, dice mucho 'mamá' y ha conseguido decir 'hola', 'agua'... Por momentos va avanzando y esperamos que llegue a tener una conexión total", asegura Maria, la madre de la chica. Ya hace 8 meses desde que un batido le cambió la vida a Marta, pero su familia sigue luchando para darle el tratamiento que podría hacer que volviera a ser ella misma y, si no pudiera recuperar su vida anterior, como mínimo que tuviera una vida plena y autosuficiente. "El Hospital Vithas Valencia Consuelo es un centro médico de referencia en neurorrehabilitación y tiene los recursos que Marta necesita. Tiene alta tecnología", insiste la madre.