Los restos del fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera, ya han abandonado el Valle de los Caídos, rebautizado como Valle de Cuelgamuros, y se dirigen en una comitiva fúnebre al cementerio católico de San Isidro, en Madrid.
La exhumación se ha realizado en aplicación de la ley de memoria democrática y se ha preparado con la colaboración de la familia, con quien el ejecutivo español ha mantenido contacto durante meses.
El proceso se ha llevado a cabo sin cámaras, y además de la exhumación ha consistido en una misa a la que han asistido unos ochenta familiares.
A las puertas del Valle de los Caídos solo se han acercado periodistas y algunos nostálgicos. La fecha coincide con el 120 aniversario del nacimiento de Primo de Rivera.
