La Policía ha dado más detalles sobre el caso del bebé recién nacido que murió después de que lo arrojaran a un contenedor de basura. Según fuentes policiales, la pequeña nació en un coche y luego fue depositada en un contenedor que se encontraba a solo 500 metros de un hospital.
Los hechos sucedieron en Porto Cristo, en Mallorca, el pasado jueves. Alrededor de las 17:50 h, los servicios de emergencia comenzaron a recibir avisos que alertaban de que habían arrojado un bebé dentro de un contenedor de basura.
Hasta el lugar se trasladaron la Policía Nacional y la Policía Local de Manacor, que encontraron dentro del contenedor a un bebé de seis meses de gestación y envuelto con ropa. Los agentes locales trasladaron al bebé al hospital situado a solo 500 metros de distancia del contenedor, pero ya no se pudo hacer nada para salvarle la vida.
La Policía Nacional, que investiga el caso, detuvo poco después a tres personas: la madre y dos tíos del menor. Según explicaron varios testigos, un vehículo ocupado por al menos dos personas se acercó al contenedor y un hombre arrojó al bebé. De hecho, al hombre le habría caído la placenta al suelo mientras lo hacía.
Según los investigadores, la madre embarazada se encontró “mal” y dos familiares suyos fueron a buscarla a su casa. Los tres subieron al coche y la mujer acabó dando a luz en el coche, momento en que detuvieron el vehículo y uno de los hombres arrojó al bebé al contenedor.
Pocas horas después, la mujer, que presentaba una hemorragia interna, fue detenida y trasladada en ambulancia al hospital, donde quedó ingresada bajo custodia policial. Al día siguiente fueron detenidos una mujer y un hombre que también viajaban en el vehículo.
A falta de los resultados de la autopsia, la Policía cree que el bebé estaba vivo en el momento de nacer y que lo mataron, porque tenía un golpe en la cabeza, motivo por el cual los investigan por un presunto delito de asesinato con alevosía.