La Guardia Civil, la Policía Nacional y funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria han intervenido 720 kilogramos de cocaína en el interior de un contenedor que llegó al puerto de Málaga a finales del mes de septiembre pasado procedente de Costa Rica.
La droga estaba dispuesta en paquetes rectangulares de 1,2 kilos. Este contenido había sido colocado entre escombros y residuos de aluminio que superaban las 19 toneladas de peso.
Han sido detenidas ocho personas, entre las cuales hay varios individuos conocidos por su relación con el crimen organizado y tráfico de drogas. De hecho, dos ya habían sido detenidas y condenadas por hechos similares en el puerto de Algeciras en 2018.
INVESTIGACIÓN EXITOSA
Las investigaciones se iniciaron después de tener conocimiento los agentes de la existencia de una organización asentada en el Campo de Gibraltar que estaría introduciendo grandes cantidades de cocaína oculta en chatarra.
Las fuerzas del orden sometieron la organización a una estrecha vigilancia a lo largo de varios meses, adoptando diferentes medidas de investigación autorizadas por el Juzgado Mixto número 3 de San Roque (Cádiz).
El estudio y el análisis de las actuaciones se centraron en una sociedad exportadora de Costa Rica que había sido objeto de investigación en años anteriores por la vinculación con el tráfico de cocaína mediante contenedores.
Cuando se tuvo conocimiento de la llegada de nuevos contenedores al puerto de Málaga a finales de septiembre, las investigaciones apuntaron a que algunos de estos podrían esconder sustancias estupefacientes, por lo que los agentes llevaron a cabo una monitorización completa de los mismos.
Fue el 9 de octubre pasado cuando, después de un exhaustivo control sobre varios contenedores a la salida del puerto de Málaga, uno se desvió de su trayecto programado, entrando en una finca cercana a una zona boscosa de difícil vigilancia en la localidad gaditana de Alcalá de los Gazules.
Esta maniobra hizo sospechar a los responsables de la investigación, motivo por el cual se procedió a la entrada y el registro de la nave donde se encontraba el contenedor.
Una vez descargado el contenedor, se observó entre la chatarra una caja metálica de grandes dimensiones, la cual ocultaba en el interior los 720 kilos de cocaína.
De manera simultánea se procedió a la detención de ocho de los implicados en la operación y se llevaron a cabo nueve registros domiciliarios donde se intervinieron dinero en efectivo, un uniforme de la Guardia Civil, un detector de frecuencias y dos relojes de alta gama, diverso material informático y documentación.
Las indagaciones practicadas por los investigadores permitieron constatar ramificaciones de esta trama en la Costa Tropical de Granada, concretamente en las localidades de Motril y Almuñécar.