Una joven arrastra una incapacidad permanente después de someterse a una operación por una patología que no tenía cuando tenía 32 años. Los hechos sucedieron el pasado 2014, pero la Justicia acaba de darle la razón a la paciente, obligando a la Sanidad a pagarle una indemnización de 50.000 euros por las secuelas.
La paciente, bajo anestesia general, se sometió a una acromioplastia y una transposición del trapecio superior, y a una osteotomía rotatoria del radio. El objetivo era fijar el trapecio y el radio con una placa y tornillos y facilitarle la vida, ya que padecía una lesión del plexo braquial desde el momento de su nacimiento.
El problema es que la mujer había podido hacer vida normal hasta ese momento. De hecho, la paciente, que era esteticista, acudió al traumatólogo porque tenía una tendinitis de Quervain. Fue el especialista quien le recomendó ir al Hospital de la Paz de Madrid para mejorar la funcionalidad de su brazo, pero no por la tendinitis, sino por la lesión que hasta ese momento había mantenido a raya.
La mujer, convencida por el especialista de que su vida podría mejorar si se operaba, fue al hospital y decidió operarse. El hospital le hizo firmar un consentimiento para proceder a hacerse una rizartrosis, un procedimiento muy nuevo en aquel momento y del que aún no había suficientes casos para asegurar unos resultados positivos.
Ahora, los juzgados han condenado a la aseguradora del Servicio Madrileño de Salud a pagar 50.000 euros a la mujer por las secuelas de aquella intervención. La paciente interpuso una demanda por lo que considera un funcionamiento anormal de los servicios médicos del hospital.
La Sala considera que hubo mala praxis y condena a la aseguradora a pagar, aunque no entra a valorar la incapacidad permanente que ahora sufre la mujer. Consideran que el hospital dio una "nefasta información a la paciente", ya que la operación tenía un "alto grado de morbimortalidad" y cuestiona que el procedimiento fuera necesario y que estuviera indicado para esta paciente, que podía hacer vida normal hasta ese momento.