En El Palmar, una pedanía de Murcia, la Policía Nacional inició una persecución contra el autor de un delito de robo con fuerza. El hombre, al advertir a la policía, quiso refugiarse en un domicilio de un segundo piso, entrando por la puerta con una patada. En el domicilio se encontraban una mujer y su hijo pequeño, y se escondieron debajo de la mesa ante el susto y el temor de la situación.
Los agentes llegaron a la vivienda, de la cual el hombre salió por la ventana, trepando por la fachada hasta una vivienda de la tercera planta. Entonces, rompió el cristal de la ventana y se introdujo en el interior.
La Policía intentó acceder, cuando el individuo volvió a salir por la ventana. Esta vez no contaba con la posibilidad de trepar a otras viviendas, y va acabar quedándose agarrado con una mano a la barandilla de este tercer piso.
La Policía decidió entonces agarrarlo de la mano, con el riesgo que esto conllevaba de precipitación también para los agentes, y consiguió evitar que el individuo cayera al vacío. Lo alzaron hasta la vivienda y lo pusieron a salvo.
Finalmente, fue detenido, además de por la autoría del robo con fuerza, también por los delitos de allanamiento de morada, resistencia y desobediencia a agentes de las autoridades. Al detenido le constan a su vez antecedentes policiales por diferentes tipologías delictivas, y fue puesto a disposición judicial para ejecutar las medidas judiciales oportunas.
