La Policía Científica ha concluido el informe definitivo sobre el incendio en la discoteca de Murcia que dejó 13 muertos el pasado octubre: se trata de un fuego de carácter “accidental por negligencia”. Las investigaciones revelan que hubo un “único y principal foco” situado en la máquina de fuego frío en el falso techo, que desprendió unas chispas que originaron el fuego. Este elemento no respetaba la distancia de seguridad que recomendaba el fabricante.
Resulta además que las paredes eran de pladur, una construcción no adecuada, que la policía califica de “poco resistente al fuego”. Además del problema de los materiales, había obstáculos en las diferentes vías de evacuación e, incluso, algunas de las puertas de emergencia estaban cerradas. Este hecho dificultó aún más que se pudieran abandonar las instalaciones.
El local La Fonda, que fue afectado junto con el Teatro, ha sido calificado de clandestino: funcionaba sin licencia. El titular de la sala de fiestas y uno de los implicados por las irregularidades, Marco Antonio Martínez Alcázar, no ha respondido del caso y se encuentra desaparecido. El juez le ha citado a declarar el próximo 6 de febrero, mientras que la policía prepara una orden de detención europea o una de extradición, por si hubiera huido fuera del país.