José Antonio A.C., acusado de haber matado a su propio hijo de once años, Jordi, ha confesado los hechos durante el juicio que se está celebrando este martes: "Me dijo que no era su padre. Lo agarré del cuello y le clavé el cuchillo varias veces".
José Antonio está acusado de parricidio después de clavarle 24 puñaladas a su hijo de once años con la intención de hacerle el máximo daño posible a su madre, en uno de los casos más cruentos de violencia vicaria que se recuerdan.
Este martes se está celebrando el juicio en la Ciudad de la Justicia de Valencia, después de que se tuviera que posponer, ya que se tendría que haber celebrado el pasado mes de diciembre. El acusado ha respondido a las preguntas de su abogado y del abogado de la Generalitat Valenciana, pero se ha negado a responder a la Fiscal y a la acusación particular.
Su exmujer quería separarse
Según ha explicado José Antonio, el parricida de Sueca, su relación con su expareja era buena hasta que, en febrero de 2021, ella le comunicó que quería separarse "porque se había enamorado de otro hombre". La pareja discutió y él la invitó a "pensárselo mejor", pero ella lo tenía claro y un mes después le confirmó sus intenciones.
La pareja volvió a discutir y, según la mujer, el acusado la amenazó con un cuchillo, hecho que él niega. A pesar de esto, sí que ha admitido que no le gustó que la mujer quisiera separarse porque "lo dejó solo". Él la llamaba constantemente, pero ante su negativa de seguir hablando, llegó a llamar al hermano de la mujer para avisarle de que "ahora seré malo", unas amenazas que admitió en 2021, por las cuales fue condenado, pero que ahora niega.
En septiembre de 2021 la pareja se divorció y él empezó a beber porque solo veía a su hijo los domingos. A pesar de esto, mantenían una buena relación hasta el día del crimen.
El hijo no quería estar con su padre
El 13 de abril de 2022, José Antonio consiguió que su expareja le dejara a su hijo a su cargo para poder celebrar su aniversario. Jordi, sin embargo, que tenía 11 años, no quería estar con su padre y quería irse. Padre e hijo discutieron y el niño acabó diciéndole que "él no era su padre", un hecho que provocó el enfado de su padre.
"Lo agarré del cuello y le clavé el cuchillo varias veces" mientras el niño "estaba quieto", ha confesado el asesino. Le clavó hasta 24 puñaladas que pusieron fin a su vida.
Mientras lo agredía, su madre llamó y José Antonio cogió el teléfono y dejó que el niño contestara: "Mamá", dijo, y la llamada se colgó. Él siguió apuñalando a su hijo hasta que lo mató. El acusado ha admitido los hechos y ha asegurado que "si la madre hubiera vuelto con él" no habría matado a su hijo.
El acusado ha asegurado que después del divorcio empezó a sufrir problemas con el alcohol: tenía drogodependencia y estaba de baja por depresión. Además, se estaba medicando contra la ansiedad. Preguntado sobre el día del homicidio, el hombre ha confesado que bebió mucho y que “el chico de su hermana le ponía droga en la bebida”.
En el juicio también ha declarado la madre del niño, a quien el acusado quería hacer tanto daño como pudiera. Lo hizo a puerta cerrada y sin la presencia de los medios de comunicación para evitarle un mayor sufrimiento y la doble victimización, hecho habitual en casos similares.
