“Tienes que hacer tú el último sacrificio, yo ya he hecho bastante por ti” son las palabras que la pareja de Marya Tereza H.A. le dijo durante el crimen que cometieron ambos al asesinar a la madre de esta, Anna Todorova. Fue durante el confinamiento en los inicios de la pandemia, ahora ya hace 5 años, cuando tuvo lugar este crimen atroz en Alcúdia de Crespins, Valencia.
Thiery, como se conoce a la joven, tenía entonces 19 años y su pareja, identificado como K.T.S., era menor de edad, con 17 años. Parece que tenían algunas pequeñas deudas por drogas, marihuana en concreto, y que querían prescindir de la madre de Thiery, Anna. “Él me dijo que si voy la mato y comenzaremos a vivir bien, viviremos juntos, que comenzaremos a estar bien. Pero yo le digo que no tengo coraje, ¿entiendes? Que es mi madre y es la única que he tenido en verdad. Y agarra, y me dijo: 'Ahora voy yo, y lo haré yo'", afirmó la joven en su confesión del crimen.
El 1 de abril de 2020 fue cuando se desarrollaron los hechos del crimen. K.T.S., que se encontraba en el domicilio de madre e hija, le clavó a esta primera un cuchillo en dos ocasiones, mientras la víctima dormía en el sofá. Así lo afirma la matricida, y comenta que ella se había escondido con su perro en el baño “para no ver nada”, pero “lo sé porque escuché un ‘clac’ cuando se rompió el cuchillo”. La víctima fue tambaleándose hasta caer malherida al pasillo.
Después, según declara la joven, K.T.S. le dijo que su madre estaba sufriendo y que tenía que hacer “el último sacrificio”. Thiery entonces se dirigió a donde estaba su madre, la acarició, y después volvió con su pareja para fumarse un cigarrillo. Cuando se acercó de nuevo, Anna le dijo con un hilo de voz que tenía frío. Finalmente, decidió darle muerte cortándole el cuello: “Le dije a mi madre que la amaba mucho”, son sus declaraciones escalofriantes.
A posteriori, Anna se quedó en el pasillo, ya sin vida, durante casi cuatro meses, trasladándola los jóvenes a la bañera del piso en las últimas instancias. En aquel período le robaron alrededor de unos 6000 euros de su cuenta bancaria. La Guardia Civil de Canals llegó el 20 de agosto de 2020 con la orden de entrada y registro, después de varios avisos de los vecinos, y descubrió esta situación.
Según la investigación llevada a cabo por el grupo de Homicidios de la Guardia Civil, en colaboración con el equipo de la Policía Judicial del instituto armado en Xàtiva, una vez decidido que iban a poner fin a la vida de Anna, habrían comenzado a envenenarla añadiendo lejía a bebidas alcohólicas.
La Fiscalía pide una condena de 30 años para la joven, que ahora tiene 22 años, mientras que el chico está cumpliendo siete años de internamiento en un centro de menores, por la edad que tenía cuando tuvo lugar el asesinato.