Es la primera mujer que preside la Diputació de Tarragona. ¿Cómo valora este hecho? Lo valoro como una responsabilidad y también como una manera de denunciar una situación que es anómala. Que después de tantos años aún no hubiera habido nunca una mujer al frente de esta institución es una anomalía. Creo que hemos abierto camino y espero no ser la última presidenta mujer de la Diputació.
Mencionaba esta anomalía de haber tenido que esperar 197 años para tener una presidenta. ¿Cree que es debido al hecho de vivir en una sociedad machista? Es evidente que este hecho es fruto de una situación heteropatriarcal y donde la paridad y la igualdad aún no está alcanzada, aunque hemos hecho grandes avances. Aún tenemos que continuar luchando mucho para que esta igualdad sea real y efectiva. En la misma Diputació de 27 miembros que somos 20 son diputados hombres y solo 7 son diputadas mujeres. En las listas de las elecciones municipales hemos conseguido que haya paridad y lo tendríamos que intentar hacer también en otras administraciones. En el caso de Esquerra Republicana de Catalunya lo hemos hecho así por reglamento y por eso, en este sentido, nuestro grupo garantiza una paridad real.
¿Qué prioridades se marca la Diputació? Los objetivos irán marcados con una serie de valores como es el trabajo en equipo, tanto con el gobierno como con la oposición, al tener siempre en el centro de las políticas a las personas, al poder tener presentes criterios de proximidad, transparencia y participación, y al hacer un reconocimiento a la diversidad del territorio. De acuerdo con estos valores haremos un plan estratégico que iremos desarrollando a lo largo de los próximos meses y que tendrá ciertos aspectos a destacar, como es el reto de combatir la despoblación de determinadas zonas de nuestro territorio, o saber de qué manera podemos ayudar a garantizar el derecho a la vivienda en nuestros municipios. También tratar de llevar a cabo políticas transversales de igualdad, hacer de la cultura un servicio público y un pilar del Estado del bienestar, entre otros. Estos objetivos los iremos desgranando durante los meses venideros.
De hecho, uno de vuestros objetivos es ayudar a los municipios más pequeños, que no disponen de los mismos recursos que una ciudad como puede ser Tarragona. Exacto. La Diputació presta unos servicios que son esenciales y muy importantes en municipios, sobre todo más pequeños, que no disponen de los recursos suficientes. Por ejemplo, no todos los ayuntamientos pueden disponer de unos servicios de secretaría o de un servicio de intervención o arquitectura, y en este sentido la Diputació puede cubrir estas necesidades. También ayuda a subvencionar proyectos, a realizar determinadas obras o prestar determinados servicios. De lo que se trata es que haya un equilibrio territorial entre todos los municipios que conforman nuestra demarcación.
¿Le ha dado algún consejo el antiguo presidente, Josep Poblet? No, pero se ofreció a que si en algún momento determinado hacía falta que nos encontráramos, por si yo quería consultar alguna cosa o simplemente tener un intercambio de impresiones que estaba a mi disposición, lo cual agradecí.
¿Qué herencia ha dejado Poblet a la Diputació de Tarragona? Le ha dejado una manera de hacer política de gran talla. Ha proporcionado mucha proximidad y mucha conciencia de la ayuda que ofrece la Diputació a los municipios. Pienso que esta línea es la que tenemos que seguir porque nosotros con este nuevo gobierno que se ha conformado venimos a construir sobre aquello que ya está construido, y sobre un muy buen trabajo que se ha hecho durante estos años. La Diputació tiene que continuar siguiendo por este camino de prestación de servicios y de ayuda a los municipios y a los consejos comarcales.
Es presidenta gracias a un pacto con JuntsxCat. ¿Qué valoración hace y cómo son las relaciones entre las dos formaciones? Lo valoro de manera muy favorable y positiva. Desde un primer momento nos pusimos a trabajar e hicimos un primer pleno de cartapacio. El próximo 2 de agosto haremos otro y tenemos muchas ganas de funcionar y de actuar en favor de la ciudadanía, a la cual tenemos que dar servicio.
A pesar de haber desmentido en más de una ocasión que la alcaldía de Reus fuera moneda de cambio para ser la presidenta de la Diputació, aún hay gente que lo duda. Solo puede saber que esto no ha sido así quien realmente ha estado en las negociaciones. En estas no hubo ningún municipio que tuviera más peso que otro y se hizo teniendo en cuenta el contexto de nuestra demarcación, sin obviar tampoco que hay un contexto nacional que, evidentemente, tuvo también su influencia.
¿Cómo se combina una vicealcaldía con una presidencia? Pues igual que lo han combinado los anteriores presidentes de la Diputació con alcaldías o con las concejalías de sus municipios. Se combina organizándome bien, priorizando de manera adecuada y pudiendo dar servicio a las dos instituciones a las cuales represento. Tengo que decir que de momento no me puedo quejar y abasto las dos administraciones con suficientes garantías.
Hasta ahora hemos hablado de cariz político, pero ¿cómo es Noemí Llauradó fuera de este ámbito? Esta pregunta es muy difícil. Podría definirme como una persona muy normal de 41 años con familia y las preocupaciones e inquietudes que guían el hecho de tener dos hijas. Estudié derecho, soy funcionaria de la Generalitat de Catalunya y ahora estoy en servicios especiales. Mis inquietudes, aparte de la política, también lo son el hecho de poder disfrutar de mi familia, de mis amistades y del territorio. Visitar las localidades y los municipios que nos rodean y que nos dan oportunidades de conocer nuestros alrededores con más profundidad, ir al cine y leer conforman mis inquietudes.
¿Algún sueño por cumplir que pueda desvelar? Siempre hay sueños. Estos son los objetivos de la vida que te hacen ir progresando y avanzando a lo largo del camino. Como que tengo más de uno los iré desvelando a medida que los vaya cumpliendo.
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