A pesar de ser una cara conocida en la política catalana y leridana, hacía un tiempo que estaba apartado de la vida política. ¿Por qué decide volver y encabezar la lista de ERC-Avancem a la alcaldía de Lleida? Cuando tenía 29 años fui diputado del Parlamento de Cataluña durante 8 años. Después, y también durante 8 años, estuve en los dos gobiernos tripartitos. En 2011, volví a mi trabajo habitual que es ser profesor de la Universidad de Lleida. Por eso, no pensaba que tuviera que volver a asumir responsabilidades; pero que me encuentre dentro de la política otra vez es por un cúmulo de cosas como el 1 de octubre de 2017 o el encarcelamiento de Oriol Junqueras y otros políticos catalanes. En estas circunstancias, doy otra vez el paso y vuelvo a la política para asumir lo que yo creo que será una última y limitada responsabilidad política.
En este 2018 ha habido cambio de alcaldía, ¿en qué ha notado la marcha de Àngel Rosa y la entrada de Fèlix Larrosa? No conozco en profundidad a Fèlix Larrosa, pero sí que conozco un poco más a Àngel Ros. Lo que sí puedo decir es que, estratégicamente, al candidato actual del Partido Socialista le conviene dar la impresión de que nunca había estado en la Paeria y ha caído del cielo. Pero los leridanos no olvidarán fácilmente que hace 7 años que Larrosa está en la Paeria y que siempre ha ocupado lugares de mucha responsabilidad. En las grandes decisiones y en los grandes silencios, como el del 1 de octubre de 2017, nunca se ha oído la voz discrepante de Fèlix Larrosa. Entonces la supuesta gran diferencia entre los dos, en la práctica es un poco menor.
¿Cree que la situación política actual, con gente en la cárcel y en el exilio, le puede dar más votos? Planteado así me da una cierta angustia porque, realmente, se trata de una situación dramática para las personas y para las familias. Lo que sí creo es que lo que deberían ser unas elecciones en clave de ciudad; inevitablemente, se verán teñidas por esta dimensión nacional. Pero esto no lo interpreto como una oportunidad para Esquerra Republicana, sino como una situación dura o un castigo porque está repercutiendo en todo nuestro país.
Hablemos ahora en clave de ciudad, uno de los proyectos de Lleida es la construcción de las Torre Salses, ¿cómo ve usted este proyecto? Actualmente, no tengo mucha información sobre este tema y lo que hago es sumar diversas circunstancias que conozco. Mi impresión es de una opacidad importante de algunos de los proyectos emblemáticos de la Paeria. Hace poco apareció un informe de la Sindicatura de Cuentas de Cataluña por la forma en que el Ayuntamiento de Lleida externaliza determinados proyectos, como puede ser el cuartel de la Guardia Urbana. Lo único que puedo decir sobre esto es que si accedemos al gobierno de la Paeria, lo primero que haremos será una auditoría en profundidad porque la magnitud real (financiera y comercial) del consistorio municipal es un misterio. Personalmente, sin saber con exactitud cuáles son las circunstancias, poca cosa puedo anticipar más allá de esta impresión de opacidad y falta de transparencia. Pero, muchas veces, hay una hipotética transparencia formal, pero en la práctica es muy difícil saber cuál es la auténtica situación económica de la Paeria.
El modelo de comercio en Lleida que se plantea, ¿cree que podría entrar en conflicto con el comercio tradicional del centro de la ciudad? Sí, yo creo que un proyecto como el Plan de la Estación puede ser positivo para el conjunto del sistema comercial de la ciudad porque puede contribuir a revitalizar una parte del centro de la ciudad. Pero si al Plan le quieren añadir las Torre Salses y un par de espacios más, creo que esto supone abrir la puerta al exterminio de lo que queda de comercio pequeño y mediano en Lleida. Basta con pasear por la ciudad de Lleida para darse cuenta de que hay calles donde el comercio ha desaparecido. Cuando los negocios a pie de calle desaparecen, quiere decir que hay oscuridad e inseguridad; la trama convencional cae. Yo creo que si se promueven al mismo tiempo las cuatro o cinco grandes áreas que parece que defiende el Partido Socialista, será la sentencia de muerte para lo que queda de comercio autónomo.
Mencionaba la palabra inseguridad, ¿diría que Lleida es una ciudad insegura? Creo que la inseguridad siempre es una cuestión muy relativa en temas objetivos. Personalmente, opino que Lleida no es una ciudad insegura y que los leridanos la consideran una localidad tranquila. Pero sí que es cierto que hay algunas zonas que se encuentran en una situación relativamente crítica por falta de cuerpos de seguridad; a Lleida le hacen falta más guardias urbanos, más mossos d'esquadra y más bomberos. Aunque creo que Lleida es una ciudad razonablemente segura.
Las elecciones municipales están próximas, ¿cuáles serán los pilares básicos de su partido en Lleida? Nosotros estamos trabajando un programa electoral a través de una maratón de ideas, donde combinamos los temas con la presencia física en los barrios. Nosotros siempre hablamos de devolver a las personas al centro de las decisiones porque estas no se pueden perder a través de unos determinados intereses. Desde ERC, intentamos colocar a las personas en el centro para reforzar las condiciones de ciudad saludable, conectada, solidaria y educadora. Esto lo tendremos que precisar temáticamente y territorialmente en un programa detallado para poder presentar a las elecciones un equipo coherente y honesto.
Estáis realizando charlas por los barrios, ¿qué es lo que reciben de la ciudadanía? Estamos haciendo encuentros y combinamos la ida a un barrio con el análisis de una temática concreta. Siempre llevamos a alguien que explica un poco la situación de este tema en Lleida y después los vecinos que quieren asistir, plantean sus problemas. Uno de los últimos que se nos plantearon fue la situación de los lavabos del CEIP Frederic Godàs. La ciudad debería tener una capacidad más rápida a la hora de resolver las cosas básicas para que funcionaran razonablemente en todas partes, que ahora no es así. Entiendo que no es una cosa sencilla, pero este debería ser el objetivo de un ayuntamiento.
Para terminar, en caso de que ganarais las elecciones y no consiguierais mayoría absoluta, ¿con qué partidos estaríais dispuesto a pactar? Yo creo que el tiempo de las mayorías absolutas se ha acabado. Nosotros aspiramos a ser la fuerza más votada y nuestro compromiso está en construir o ayudar a construir una mayoría por el cambio en Lleida. Aquí es evidente que hay una línea (trazada por el PSC, PP y Ciudadanos) al apoyar la aplicación del 155 o amenazando con volverlo a implantar. Por lo tanto, el espacio en el que nosotros podemos dialogar y entendernos mejor es el espacio republicano, que actualmente incluye el PDeCAT, la Crida-CUP y los comunes. Creo que intentaríamos articular una mayoría por el cambio con estas fuerzas de entrada.
