Josep Fèlix Ballesteros, consejero del PSC: "Tenemos un gobierno débil con poca capacidad de maniobra"

28 de julio de 2022 a las 09:43h

Acaba de reincorporarse a la actividad política después de una doble operación de hernia y de vesícula. ¿Cómo se encuentra?

Bien, aún estoy recuperándome de los puntos pero me encuentro cada día mejor.

¿Qué valoración hace pasados los 100 días del actual gobierno municipal?

La que prácticamente ha hecho todo el mundo. Es un gobierno débil, con poca capacidad de maniobra, con muchos ataduras y que ha priorizado objetivos como poner pancartas por encima de objetivos de ciudad. Un gobierno que ha perdido la capitalidad, solo hay que mirar la Diputación, y que además ha tenido reacciones sectarias, tomando decisiones a dedo. En definitiva, unos primeros 100 días que no van en buena dirección.

La CUP ha definido la forma de trabajar del gobierno de Ricomà como "una letra diferente, pero con la misma melodía" que llevabais desde el PSC. ¿Qué opina?

Lo que diga la CUP no tiene ninguna importancia. Es una anécdota.

No repitió como alcalde porque la formación de En Comú Podem apoyó a ERC. ¿Se lo esperaban?

No. Engañaron a su militancia, porque las reuniones que hicimos fueron muy bien. Decidieron que optaban por mantener una silla y un sueldo, más que por unas ideas para sacar adelante la ciudad de manera progresista y de izquierdas. Estoy profundamente decepcionado con el conjunto de la candidatura.

¿Han vuelto a hablar con ellos después de esta decisión?

No. La gente que hace bandazos no nos interesa.

Después de ser durante 12 años el alcalde de Tarragona ha pasado a la oposición. ¿Tiene nostalgia? 

Siempre hay nostalgia de una época que ha sido muy intensa, pero también es verdad que te cambia un poco la vida y determinados cambios también van bien. Hay que encontrar el aspecto positivo de cada momento.

¿En qué le ha cambiado la vida?

En no tener que hacer 14 o 16 horas diarias, incluidos muchos fines de semana. Ahora tengo un poco más de tiempo para leer, escribir, para estar con la gente y dedicarme a una afición como caminar.

Durante una entrevista que le hicimos dijo que era la última vez que se presentaba a unas elecciones. ¿Le habría gustado un último mandato para cerrar el ciclo?

Este mandato es muy largo y hablaremos mucho de ello. Es la última vez que me presento y estoy enormemente agradecido a mi partido, a mis compañeros y compañeras que me han dado esta confianza de tantos años y estoy absolutamente esperanzado en el hecho de que tenemos una muy buena cantera para poder hacer opciones políticas y personas para sacar esta ciudad adelante.

Siendo honestos, ¿cree que un cambio en la ciudad era necesario?

Creo que los cambios no son las personas, los cambios son las políticas y nosotros habíamos propuesto un cambio de políticas importantísimo en materia de garantizar servicios básicos a la gente que lo está pasando mal, también en materia de ecología con el bus gratuito. Los cambios no vienen tanto por "quítate tú, que me pongo yo" como por políticas concretas, apuestas y retos.

¿Cómo son las relaciones con el actual gobierno?

Hemos intentado hacer lo que ellos no hicieron hace 4 años, respetar estos 100 días. Intentamos que las relaciones sean normales porque esto es bueno para la ciudad, son de rivalidad sí, pero no de enemistad ni de animadversión. Estoy convencido de que todos queremos lo mejor para Tarragona y no se han roto las relaciones, pero es verdad que han hecho cosas que no nos han gustado.

¿En qué momento fue consciente de que habían perdido la alcaldía?

24 horas antes de la toma de posesión. Nosotros teníamos la clara convicción y esperanza de que la gente de los comunes harían una apuesta clara por un gobierno de izquierdas con nosotros, y que Junts per Tarragona no facilitaría un gobierno en el que no participa ni comparte objetivos. ¿Cuál era el objetivo?, ¿Sacar a Ballesteros?, qué pena.

¿Qué piensa del cierre del Anfiteatro?

Lo que no se puede venir a la política es no aprendido y el señor Pinedo es el ejemplo claro de la persona que no tiene ni idea. Tiene un informe que encargamos nosotros en su momento porque había sospechas de problemas de estabilidad. El informe llegó a sus manos el día 10 y días más tarde se celebró un acto con más de 500 personas sabiendo que había riesgos. Esto es una auténtica barbaridad. Deben asumir las responsabilidades hasta el final y dar las explicaciones adecuadas.

¿Qué es lo que más y menos echa de menos de ser alcalde?

Lo que más echo de menos son las visitas y las estancias en institutos, escuelas y centros de jubilados. Me cargaba mucho las pilas este contacto directo con la ciudadanía y en la medida de lo que pueda lo pienso seguir haciendo. Y lo que menos echo de menos son las 16 horas de trabajo diarias que no me permitían pasar mucho tiempo con los míos.

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