Daniel Ventura: “De cara a 2026 queremos convertirnos en uno de los mejores festivales aéreos de Europa”

Entrevista a Daniel Ventura, director de la Festa al Cel y presidente de la Fundació Parc Aeronàutic de Catalunya

13 de noviembre de 2025 a las 07:00h

Hace unas semanas avanzamos que la Fiesta al Cielo continuará en Salou. Entrevistamos al director para que nos explique cómo ha funcionado y cómo funcionará uno de los festivales aéreos más exitosos del continente.

¿Qué balance se hace de la Festa al Cel, después de tanto tiempo sin celebrarla?
El balance es muy positivo. Después de casi una década sin hacerse, hemos conseguido que la Festa al Cel vuelva, y eso ya es todo un éxito. Hacía tiempo que todos los aficionados a la aviación de Cataluña pedían que el evento reviviera, y encontrar un consistorio que se atreviera a impulsar un acto de esta complejidad ha sido una gran noticia. Además, Salou ha demostrado ser un lugar ideal para acoger un festival de estas características. El Ayuntamiento y sus equipos técnicos han estado a la altura desde el primer momento: están acostumbrados a gestionar grandes flujos de visitantes y eventos de impacto, y eso se ha notado. Hemos visto que Salou no solo es una buena ubicación, sino que tiene una estructura y una experiencia que facilitan mucho la organización de un festival como este.

¿Cómo ha recibido el público esta recuperación?
Con muchísima ilusión. La acogida ha sido espectacular. El sábado hubo momentos de colapso de gente, y el domingo, las redes sociales iban llenas de vídeos y fotografías. Es cierto que siempre hay alguien que no sabe exactamente qué está pasando y se sorprende de ver aviones en el cielo, pero la gran mayoría de comentarios han sido de entusiasmo. También quedamos muy satisfechos con el espectáculo nocturno del sábado, hecho conjuntamente con PortAventura. 

¿A quién va dirigida la Fiesta en el Cielo?
A todos. Es un festival familiar, pensado tanto para aficionados a la aviación como para cualquier persona con curiosidad o ganas de disfrutar de un espectáculo único. Aunque hablamos de un evento lúdico, la Fiesta en el Cielo tiene una vocación divulgativa muy clara y quiere acercar la aviación a la ciudadanía. Todavía hay muchos tópicos que rodean este mundo: que es una actividad elitista, lejana, o reservada a unos pocos. Y no es cierto. La aviación puede ser una afición o una profesión perfectamente asequible y nosotros queremos romper con esta idea. 

En Cataluña siempre ha gustado.
Sí, hay un componente histórico. Cataluña fue uno de los grandes polos industriales aeronáuticos del sur de Europa a principios del siglo XX. Muchas de las empresas que hoy forman parte de la industria aeronáutica española nacieron alrededor de Barcelona. La Festa al Cel quiere reivindicar este legado y hacer que la gente vuelva a sentir la aviación como algo propio. Además, aquí hay una cultura muy arraigada del motor (coches y motos) y creemos que la aviación puede ser una extensión natural de esta pasión. El objetivo es que la gente pierda el miedo, se acerque a los aeropuertos, conozca este mundo y, quizás, despierte vocaciones. Todo el mundo puede encontrar su espacio.

¿Cree que todavía se puede llamar más la atención del público?
Sí. Todavía hay mucho trabajo por hacer. El mundo de la aviación tiene un gran atractivo, pero hay que explicarlo mejor y hacerlo más visible. Desde la Fundació Parc Aeronàutic de Catalunya trabajamos precisamente en esto, en mostrar que este sector no es elitista. Hay muchos caminos para participar en él sin grandes costes. Por ejemplo, en nuestro parque hay voluntarios que dedican los fines de semana a restaurar aviones históricos o a hacer visitas guiadas. Es una manera accesible y apasionante de entrar en contacto con este universo. También hay que entender la aviación como parte de nuestra identidad cultural. 

¿Cómo será la edición del año que viene?
Creo que podemos afirmar que este año hemos hecho el mejor festival aéreo de España. Quizás no el más grande -este título podría corresponder a Aire 25, en San Javier-, pero sí el más completo y equilibrado en términos de espectáculo y diversidad. De cara a 2026, el objetivo es convertirnos en uno de los mejores festivales aéreos de Europa. De hecho, ya este año detectamos visitantes que habían venido expresamente del Reino Unido para coincidir con la Fiesta.

Este año se ha contado con el Eurofighter y el F-18. ¿Qué ha representado?
Ha sido uno de los puntos fuertes del festival. Los militares son, sin duda, el reclamo más potente para el gran público. Su potencia, el ruido, la vibración… son una experiencia sensorial que impresiona a todo el mundo. Pero también somos conscientes de que no todo puede ser ruido y potencia. Si solo hubiera aviones militares, todo parecería lo mismo. Por eso buscamos variedad: aviones históricos, civiles, acrobáticos, aviones de rescate… Y sobre todo, explicamos la historia que hay detrás de cada exhibición. No se trata solo de ver aviones volando, sino de entender qué hacen, por qué son importantes y qué tarea realizan al servicio de la sociedad. El festival quiere ser un escaparate completo del mundo de la aviación, no solo un espectáculo visual.

La formación Mirlo ha estado presente. ¿Contarán con ellos en futuras ediciones?
Probablemente sí. Mirlo es una formación muy querida y, además, es actualmente la única patrulla civil de acrobacia que realiza espectáculos de manera continuada en España. Este año, el apoyo del Ejército del Aire ha sido fundamental. Hemos contado incluso con la presencia del Jefe de Estado Mayor del Aire, lo que demuestra la importancia que el festival empieza a tener dentro del calendario aeronáutico. Para las próximas ediciones, estamos trabajando para que haya alguna sorpresa, quizás con Mirlo o con nuevas formaciones. El público se lo merece, y el objetivo es continuar creciendo.

¿Podremos ver patrullas o formaciones internacionales?
Sí, es una posibilidad real. Este año, la coincidencia con el festival Aire 25 dificultó la participación de patrullas extranjeras, ya que todas estaban concentradas en aquel evento. El año que viene, sin embargo, tendremos más margen y ya estamos en conversaciones con grupos de Francia, el Reino Unido, Polonia y Letonia. Si todo va bien, la Festa al Cel 2026 contará con una representación internacional de primer nivel. 

¿Se podrá repetir una edición como la de 2010?
Eso es exactamente lo que nos proponemos. El público ya ha demostrado que hay interés: este año superamos las 300.000 personas. Y aunque el domingo la previsión meteorológica anunciaba lluvia, las playas estaban llenas. El sábado, incluso, se produjeron retenciones en la AP-7 desde Reus. Es evidente que la atracción existe. Ahora el reto es mejorar la logística, los accesos y los servicios para garantizar una experiencia cómoda para todos. En cuanto al formato, mantendremos unas cuatro horas de festival cada día, que es una duración equilibrada, y ampliaremos la diversidad de actuaciones. 

¿Qué ha supuesto para vosotros contar con Cástor Fantoba?
Ha sido un auténtico lujo. Cástor Fantoba es uno de los mejores pilotos acrobáticos del mundo, y ha sido clave para consolidar esta disciplina en España. No solo ha competido al más alto nivel, sino que ha impulsado iniciativas para mantener viva la acrobacia deportiva, como la Copa Triangular, que creó cuando no se podía celebrar el Campeonato de España. Gracias a él, muchos pilotos jóvenes han seguido su ejemplo y hoy tenemos una generación de competidores que sitúan a España en el panorama internacional. Para nosotros, su presencia en la Festa al Cel no es solo un atractivo para el público, sino también un reconocimiento a todo el trabajo que ha hecho por el mundo aeronáutico.

¿Se ha pensado organizar un evento paralelo, como la Red Bull Air Race?
Es una idea atractiva, pero complicada de llevar a la práctica por cuestiones legales y logísticas. Cuando se hace un festival sobre el mar, hay que desplegar un dispositivo de seguridad y salvamento muy complejo y costoso. Aun así, queremos que la Festa al Cel no sea solo un fin de semana, sino una semana entera de actividades. Quizás no habrá aviones volando cada día, pero sí acciones en tierra: talleres, exposiciones, conciertos, simuladores, carreras de drones indoor, carpas de aeroclubes, universidades y fundaciones… No podemos hacer puertas abiertas en el aeropuerto de Reus, porque es internacional y está operativo, pero sí que podemos llevar la aviación hacia la gente, y eso es exactamente lo que haremos.