miércoles, 26 de junio de 2024
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Consenso de los partidos para alargar los Next Generation, con llamamientos de los independentistas para descentralizar la gestión

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La mayoría de los partidos catalanes y españoles que se presentan a las elecciones europeas del 9 de junio quieren alargar los fondos Next Generation más allá de 2026 y adaptarlos a los retos de la Unión Europea, como pueden ser el cambio climático, la competitividad industrial o la justicia social. Hay discrepancias sobre las prioridades de inversión o sobre su gestión -con los independentistas reclamando su descentralización-, pero hay un consenso mayoritario sobre el endeudamiento común de los estados para potenciar la economía del bloque europeo. En sus propuestas electorales, Junts, el PSC, ERC, Comunes-Sumar, el PP, Cs y Vox también discrepan sobre el Pacto Verde y las políticas migratorias de la UE.

Excepto Vox, todas las principales formaciones que se presentan al Estado el 9-J quieren dar continuidad al modelo de los fondos Next Generation que nacieron por la pandemia de la covid-19. Ahora bien, cada partido tiene prioridades diferentes a la hora de repartir el dinero.

Para los socialistas, los fondos deben ir sobre todo a investigación, tecnología y reindustrialización para hacer una “transición verde y digital”, mientras que en Sumar quieren que vayan también destinados a “la ampliación de los derechos sociales y laborales en la UE”.

En cambio, el PP propone “reformas sólidas” con el fin de frenar el aumento de la “brecha de competitividad” con los Estados Unidos. También Cs, la formación encabezada por Jordi Cañas, defiende una Europa “con una economía competitiva y consciente del aumento del coste de la vida”.

En el programa electoral que tiene disponible Vox no se mencionan los Next Generation, si bien se critica “la acumulación de competencias” por parte de Bruselas. “Exigimos respeto por la soberanía nacional”, dicen.

Los independentistas piden gestionar los fondos

Ante la discusión sobre la continuidad de los fondos europeos generados con deuda común, los dos partidos independentistas catalanes que concurren a las elecciones europeas muestran su disconformidad con la gestión centralizada desde los estados que se ha hecho hasta ahora.

Desde ERC reclaman la participación de los ente subestatales en la gestión del fondo, mientras que en Junts van más allá y exigen que se gestionen “de manera directa” desde la Generalitat y “sin la intermediación de Madrid”.

Entre las otras reivindicaciones independentistas, destacan también la autodeterminación. Junts defiende la “compatibilidad” de un referéndum de autodeterminación de Cataluña con la Constitución española, particularmente de acuerdo con el artículo 92 de la misma, y asegura que “promoverá” el debate sobre la cuestión entre los actores políticos y jurídicos europeos. Asimismo, defiende la “compatibilidad” entre el derecho a la autodeterminación y los Tratados. Además, en el programa, Junts recoge la apuesta por “apoyar y reforzar” desde el Parlamento Europeo el proceso de negociación con el PSOE, con mediación internacional.

Los republicanos apuestan por un acuerdo de claridad europeo: un marco legal en la UE que establezca las condiciones para ejercer el derecho a la autodeterminación y la incorporación automática de nuevos estados formados por territorios que ya forman parte de la UE. Ambos partidos insisten en hacer “efectiva” la oficialidad del catalán en la UE y Junts propone la creación de una Agencia Europea para el Multilingüismo con el fin de “garantizar la diversidad lingüística” de la UE.

Calentamiento global

El otro gran instrumento de esta legislatura europea que se reevaluará es el Pacto Verde Europeo. A diferencia de los fondos de la covid, la política medioambiental de la Comisión Europea de Ursula von der Leyen ha generado más divisiones entre las familias políticas europeas que también se trasladan a los partidos catalanes y españoles.

En el PSC reivindican el Pacto Verde Europeo, pero insisten en aplicar medidas de “transición justa”, con impuestos medioambientales progresivos. También quieren incluir explícitamente las sanciones por incumplimiento de las Zonas de Bajas Emisiones. Sobre el objetivo de reducción de emisiones para 2040 que se pactará esta legislatura, no se mojan y solo afirman que debe ser “ambicioso”.

Juntos defiende que la nueva Política Agraria Común (PAC) para el periodo 2028-2034 debe estar alineada con el Pacto Verde Europeo, si bien pide aumentar las ayudas a las explotaciones pequeñas, medianas y familiares, y que se limiten para los grandes terratenientes.

En ERC reclaman más carácter “social” al Pacto Verde y ampliar los fondos de transición justa. En paralelo, defienden la neutralidad climática en 2040 con la eliminación de los combustibles fósiles de forma gradual en los próximos años, y otras medidas como la prohibición los vuelos de corta distancia y el impulso a los trenes nocturnos.

Comunes-Sumar pide pasar del 55% al 65% la reducción de emisiones previstas para 2030 y alcanzar así la descarbonización en 2040, y no el objetivo actual de 2050. También quieren un objetivo de renovables del 50% en 2030 y del 80% en 2040. Entre las medidas que proponen para conseguirlo destacan el impuesto del 15% a los beneficios de las petroleras, un impuesto a bienes y servicios de lujo o la finalización de una red de ferrocarril paneuropea electrificada antes de 2030.

En materia de energía y clima, Cs propone una Europa “sostenible” y defiende la lucha contra el cambio climático, al tiempo que apuesta por “la independencia energética que garantice la seguridad en el suministro”.

Por ahora el PP español no se ha posicionado en su manifiesto sobre el Pacto Verde, pero su partido a nivel europeo saca pecho de las medidas verdes que ha impulsado la presidenta de la CE, Ursula Von der Leyen. Eso sí, también apuesta por mover las políticas agrícolas de la “condicionalidad a los incentivos”, en defensa de la rebaja de los requisitos verdes a los agricultores aprobada como respuesta a las protestas.

Los ultras de Vox pretenden cargarse las políticas climáticas del Pacto Verde porque a su juicio supone “un plan de despidos masivos” y perjudica “el campo y la soberanía energética de España”.

Migración

El PSC defiende el Pacto de Migración y Asilo porque considera que está basado en “una verdadera solidaridad y responsabilidad compartida, con procedimientos justos y eficaces y condiciones de acogida dignas”. Ahora, pide potenciar el papel de Frontex en la gestión de las fronteras “reforzando” la fiscalización de esta agencia europea en cuanto al respeto de los derechos humanos.

En materia de migración y asilo, Junts defiende “el derecho de asilo para aquellas personas que cumplen las condiciones para tenerlo” y apuesta por exigir “solidaridad” entre estados miembros a la hora de acoger refugiados “obligando a que los estados del centro y norte de Europa tengan que hacerse cargo sin opción de evitarlo con contrapartidas económicas para que Cataluña no vea sobresaturado su sistema de acogida ni tenga crecimientos poblacionales no sostenibles.”. Además, en el programa, se comprometen a “defender ante las instituciones de la UE la asunción de las competencias de inmigración por parte de Cataluña”.

En cambio, ERC deplora el nuevo Pacto de Migración y Asilo y exige un nuevo “Código de Migración” que incluya “vías legales más flexibles” de entrada en la UE. También acabar con la externalización de la gestión migratoria a gobiernos autoritarios.

También Sumar quiere poner los derechos humanos al “centro” de la política migratoria de la UE, persiguiendo las devoluciones en caliente, garantizando el salvamento marítimo, renegociante del pacto europeo de migración y asilo para que sea “solidario y respetuoso” y cerrando todos los CIE en la UE.

Vox quiere luchar contra “las mafias”, “la expulsión inmediata de los inmigrantes ilegales”, que “Frontex se implique en la protección de la frontera sur de Europa”, y acuerdos con terceros países para que “acepten las devoluciones” de personas expulsadas.

También el PP europeo habla de luchar contra las mafias que trafican con personas, de endurecer los controles y aumentar la cooperación con países terceros, replicando acuerdos como el de Túnez, así como triplicar a los agentes de Frontex. Una de las cuestiones más polémicas es la apuesta por enviar a los solicitantes de asilo a “países terceros seguros” para que se sometan allí al procedimiento de asilo. Ahora bien, la candidatura de Dolors Montserrat no ha incluido este tema en su manifiesto y por ahora no han publicado un programa electoral.

Derechos sociales

En cuanto a la vivienda, los socialistas quieren que el 30% de vivienda nueva sea asequible para grupos de ingresos bajos y que la UE marque este objetivo como vinculante. Además, dicen que quieren aumentar el control de las plataformas de alquiler de corta duración y financiar con fondos europeos la vivienda social.

Sumar reclama una directiva específica sobre derecho a la vivienda, destinar como mínimo el 1,5% del PIB a estas políticas y un impuesto de alcance europeo a la especulación Inmobiliaria. Desde ERC reclaman un fondo europeo para el acceso a una vivienda digna y leyes contra la especulación.

El PSC, ERC y Comunes-Sumar quieren incluir el aborto en la carta de derechos fundamentales de la UE. Mientras el PSC quiere prohibir la prostitución en la UE, los otros dos partidos piden reconocer los derechos LGTBIQ+ y, por ejemplo, reconocer jurídicamente a nivel europeo a los que hayan adquirido las personas trans, intersex y no binarias en su país.

Cs habla de impulsar “el reconocimiento de todos los tipos de familias y sus derechos en todos los países comunitarios”, quiere una tarjeta de familia numerosa común y programas europeos de “fomento de la natalidad”.

En el ámbito social, el PP asegura que el modelo social europeo se encuentra “acorralado por el reto demográfico” y afirma que presentará una “batería de medidas destinadas a facilitar la vida de las familias que contribuyan a asegurar el futuro y a favorecer a los jóvenes europeos”. En este ámbito, también apuesta por potenciar los servicios sanitarios, mejorar las políticas educativas, facilitar el acceso a la vivienda y “combatir la discriminación” en toda la Unión.

La extrema derecha de Vox se propone “acabar con las políticas progres” que “atacan la libertad, enfrentan a las familias, inundan Europa de multiculturalismo”. Defiende “el derecho a la vida y el respeto a la familia como institución básica de la sociedad”.

Política exterior y de defensa

Con la guerra de Ucrania y el conflicto entre Israel y Palestina, la política exterior y de defensa de la UE ha pasado a un primer plano en la campaña de las europeas. Una cuestión poco tratada en Cataluña en las últimas elecciones de 2019, pero que ahora aparece en un lugar destacado en los programas electorales de los partidos.

En materia de política exterior y defensa, Junts apuesta por “la integración europea en el campo de una defensa común por encima de los ejércitos estatales” y afirma que apoyará “el desarrollo de mecanismos de aprovisionamiento común de armamento dentro de la UE”.

Por su parte, los socialistas apuestan por reforzar la política común de seguridad y defensa en la UE, pero “en estrecha cooperación” con la OTAN. También reclaman más cooperación entre los servicios de inteligencia de los estados.

Por el contrario, Sumar reclama “pasar del sistema de garantías de seguridad de la OTAN” a un “espacio europeo de seguridad sujeto al control democrático” y que esté “al servicio de la ciudadanía europea y no de la industria armamentista.

ERC no se pronuncia sobre el sistema de seguridad, pero en política exterior quiere que la UE adopte las decisiones por mayoría cualificada para evitar la parálisis que conlleva la unanimidad. Además, reclama que los acuerdos comerciales tengan condiciones medioambientales y de derechos humanos como una manera de ayudar al campesinado catalán.

En cuanto al campo geoestratégico, el PP apuesta por que la política exterior de la Unión Europea se dirija a “apuntalar el orden internacional”. basado en reglas y evitar que se deshagan los hitos comerciales de la globalización”. Asimismo, pide que Europa “haga escuchar su voz” en las guerras de Ucrania y Gaza y propone que la Unión “se amplíe al ritmo que la negociación permita hacia el este y que fortalezca su presencia en el norte de África”. También pide reforzar la alianza con los Estados Unidos, “estrechar” los vínculos con América Latina y “negociar y acordar asuntos de la agenda global con China”. Finalmente, también apuesta por invertir más en seguridad y defensa.

Cs aboga por construir una “política común de defensa” y propone ofrecer a los países candidatos a ingresar en la Unión Europea estar cubiertos por la cláusula de “defensa mutua” del artículo 42 de los tratados.

En cuanto a la política exterior, los ultras de Vox sobre todo se fijan en las relaciones con América Latina y piden mano dura contra lo que consideran “narcodictaduras comunistas”.

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