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Esta mañana el candidato del PP de Cataluña para la presidencia de la Generalitat, Alejandro Fernández, ha participado en un desayuno informativo en el Foro Europa. El líder de los populares ha anunciado que si consigue la gobernabilidad ‘deflactará el IRPF’ y llevará a cabo cambios fiscales. Por ejemplo, suprimiendo el impuesto de sucesiones, el canon del agua, el impuesto de las bebidas azucaradas y el del CO2. Aunque no ha planteado una propuesta clara, Fernández ha criticado el proceso independentista como el causante de no poder plantear una financiación justa en el territorio catalán.
Durante su intervención, el líder del PP también ha hecho una valoración de la situación actual en Cataluña en términos de financiación. Básicamente, ha apuntado que deben ser las comunidades autónomas las que consensúen este tema. “Es imposible tener la confianza necesaria para tener un reparto para el conjunto de España con una parte que dice que declarará mañana la independencia”, ha manifestado.
Fernández también ha hecho referencia a la situación de las empresas en Cataluña. El tarraconense ha argumentado que la huida de algunas de ellas se produjo por la “cultura anti-empresarial de Cataluña, la inestabilidad política y la inseguridad jurídica”. Además, el líder del PPC ha optado por escuchar a los empresarios y así poder hacer que vuelvan a Cataluña.
Sobre la sequía
La propuesta de los populares si consiguen la gobernabilidad para hacer frente a la emergencia por la sequía pasa por la interconexión con el Ebro. De hecho, Fernández ha criticado la gestión que ha hecho el gobierno de Aragón sobre esta materia, y ha dicho que ‘el hecho de que salga agua del grifo debe ser una prioridad para todos’. El líder del PPC ha insistido con que en España “hay agua para todos”, siempre y cuando se “gestione con solidaridad y sin prejuicios ideológicos”.
Sobre la interconexión con el Ebro, Fernández opta por llevar a cabo extracciones puntuales de agua en la zona del Ebro, “pero siempre acompañada de una correspondiente inversión en el Delta para evitar su regresión”. “En ocho meses se podría resolver la situación de sequía”, ha dicho. Aunque reconoció que las desaladoras y las plantas de regeneración del agua son “necesarias pero insuficientes”, Alejandro Fernández también ha puesto sobre la mesa un pacto nacional del agua.
