Después de cinco años en el olvido, el Teatro Capitol vuelve a entrar en escena. El Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado su adquisición y futura reapertura como espacio escénico municipal, dentro de un proyecto más amplio para revitalizar la Rambla y reconectarla con la ciudadanía. Este equipamiento histórico, que hacía años que estaba cerrado, pasará ahora a manos públicas y se convertirá en un nuevo motor cultural en el corazón de Ciutat Vella.
“La reapertura del Capitol supondrá un paso adelante importante para recuperar la Rambla como eje cultural de nuestra ciudad”, ha declarado el alcalde Jaume Collboni durante la presentación de la operación, acompañado por el concejal de Cultura, Xavier Marcé.
Una operación urbanística con retorno cultural
La adquisición de la finca se ha llevado a cabo mediante un acuerdo con la propiedad, que incluye una recalificación urbanística de otro inmueble propiedad del mismo grupo en el número 2 de la calle Fontanella, el antiguo edificio de Telefónica. Este cambio permitirá dedicar aquel espacio a usos terciarios.
Esta operación generará una plusvalía estimada de 37 millones de euros, que se repartirán entre la propiedad y el Ayuntamiento. El consistorio destinará su parte a financiar las obras de rehabilitación del Capitol y también el traslado de los Servicios Centrales del Consorcio de Bibliotecas de Barcelona, que actualmente ocupan dos locales de alquiler por el que se pagan 200.000 euros anuales. Con este movimiento, el Ayuntamiento no sólo gana un teatro, sino que optimiza recursos y concentra servicios públicos en un mismo edificio.
Hacia la Merced de 2027
En cuanto al uso futuro del espacio, el Capitol conservará su estructura original de dos salas, con capacidades para 402 y 198 butacas respectivamente. La previsión del gobierno municipal es que el equipamiento esté plenamente operativo a más tardar por la Merced de 2027, aunque se intentará adelantar el calendario si las obras lo permiten.
La gestión del teatro se decidirá a través de un concurso público que se convocará en un plazo de siete u ocho meses. El modelo de gestión seguirá el ejemplo de otros equipamientos municipales, como El Molino o Paralelo 62, buscando un equilibrio entre iniciativa pública y proyectos culturales de calidad con vocación ciudadana.
El teatro barcelonés, en plena efervescencia
Con esta operación, Barcelona consolida un momento dulce para el sector teatral. Tal y como ha subrayado el alcalde Collboni, “el anuncio de la reapertura del Capitol da continuidad a una lista de buenas noticias en el ámbito del mundo teatral en la ciudad”, y ha añadido que “estamos viviendo un momento de cierta euforia, con cifras récord de espectadores”.
La Rambla, a menudo criticada por su masificación turística y la pérdida de vínculos con el vecindario, puede encontrar en el Capitol una nueva oportunidad para reconectar con el público local y reforzar su identidad cultural. La reapertura de este teatro no sólo significa la recuperación de un edificio emblemático, sino también la voluntad decidida de hacer de la cultura un pilar central en la transformación urbana de Barcelona.