Esta semana podría ser decisiva para Collboni y los presupuestos municipales. Si la semana pasada fueron las cuentas de la Generalitat las que marcaron la agenda, ahora es el turno de Barcelona. La promesa de aprobarlos ‘antes de la llegada de la primavera’ – tal y como ha insistido Collboni durante las últimas semanas – tiene como límite este viernes. El pleno municipal del día 22 será determinante para conocer si BComú cede y da su ‘sí’, o si la cosa se complica con alguna condición. Como por ejemplo, forzar un pacto de gobierno entre PSC y BComú.
Los socialistas en el Ayuntamiento sólo cuentan con el apoyo de Esquerra Republicana. Es decir, 10 escaños rojos que suman 5 de ERC. De hecho, hace unas semanas Collboni ya descartó totalmente el apoyo por parte de Junts, que también se han desmarcado de cualquier tipo de acuerdo en el consistorio. Por lo tanto, la ecuación sólo plantea como opción el grupo de Ada Colau. Según fuentes del partido, durante la mañana de hoy se celebrará un pleno de formación para tomar una decisión antes del viernes. Los comunes accedieron a tramitar las cuentas en febrero, pero en condición de ‘ultimátum’ con una condición: sin pacto de gobierno no habrá apoyo a los presupuestos. Por lo tanto, antes del mediodía podríamos saber el veredicto final.
Hoy Collboni ha vuelto a dirigirse al partido de Ada Colau pidiendo “solidaridad y visión amplia”. Esta ha sido la tónica habitual de muchas de las comparecencias del alcalde de Barcelona, que ha aprovechado muchos momentos para apelar a la formación morada. Sin embargo, el orden de prioridades para ambos son diferentes. Si Collboni ayer decía que para tener un gobierno de izquierdas, hacen falta presupuestos de izquierdas, Colau ha insistido con cambiar el orden. Primero un pacto de gobierno, y como consecuencia su ‘sí’ para apovar las cuentas.
Cuestión de confianza
A pesar de las posibles complicaciones que pudieran surgir a la hora de votar la aprobación de los presupuestos, Collboni todavía tiene un plan B. Ayer participó en una jornada organizada por el diario ‘Expansión’, y aunque no habló abiertamente de la moción de confianza, este mecanismo podría ayudarle a acabar aprobando las cuentas. Si este viernes el presupuesto se rechaza, se convocaría un pleno extraordinario donde se vincularía la cuestión de confianza a las cuentas. Así, si en un mes no se presentara ninguna moción de censura con candidato alternativo a la alcaldía (un hecho a priori bastante improbable), se entendería otorgada la confianza y los presupuestos se aprobarían automáticamente.
Habrá que ver cómo se solucionan las aparentes discrepancias entre el partido de Collboni y el de Ada Colau. Los comunes siguen apostando por un “gobierno de izquierdas y progresista”. No obstante, propuestas como la ampliación del aeropuerto – un proyecto que Collboni ha catalogado de ‘necesario’ – podrían acabar alejó en caso de llegar a un primer acuerdo.