.gif)
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha avisado de que si se quiere “moderar” la fiscalidad a familias, pymes y autónomos -sobre todo a partir de IBI- habrá que “subirla al turismo”. “No nos podemos permitir reducir los ingresos fiscales. Reducirlos significaría dejar de hacer muchas políticas públicas que la ciudadanía necesita en términos de transformación urbana o de redistribución de la riqueza”, ha apuntado Collboni en una entrevista en “La Vanguardia”. “La fiscalidad turística nos debe ayudar a financiar los servicios públicos que consuma el turismo”, ha recalcado el alcalde, que se ha mostrado confiado en la modificación de la norma del 30% de vivienda protegida. “Hay conversaciones y creo que podemos ser relativamente optimistas”, ha afirmado Collboni.
“Estoy dispuesto a abrir el debate sobre fiscalidad en el marco de las ordenanzas fiscales de 2026”, ha sentenciado el alcalde de Barcelona, que ha negado que este posible incremento de la fiscalidad sea un “ataque” al sector turístico. “El buen funcionamiento del sector turístico debe tener un retorno positivo a la ciudad. El incremento de la fiscalidad no ha afectado al número de visitantes ni a los resultados económicos del sector”, ha recordado Collboni, que igualmente ha negado una “guerra” contra el coche. “Yo defiendo la industria del automóvil y el proceso de electrificación y la inversión en transporte público, sobre todo el metro”, ha manifestado el edil barcelonés. “¿Es esto hacer la guerra en el coche?”, se ha preguntado en voz alta Collboni.
“Creo que no, que es apostar por alternativas de transporte público, para hacer una ciudad caminable”, se ha respondido el alcalde de Barcelona. “En el ámbito de la movilidad privada, que existe, que es necesaria, que mucha gente necesita, tenemos que ofrecer todas las alternativas posibles. Si no creyéramos que el coche tiene futuro no habríamos invertido tanto en puntos de recarga eléctrica”, ha concluido Collboni.
