El guionista de cómic José Miguel González Marcén, conocido en el mundo del cómic como Onliyú, ha fallecido este martes a los 72 años. Onliyú fue una de las figuras clave del cómic underground barcelonés y uno de los referentes de una generación de autores que marcaron una época, como Nazario, Mariscal, Montesol, Ceesepe, Pepichek o Max, entre otros. Su trayectoria estuvo estrechamente ligada a publicaciones emblemáticas de los años 80, como El Víbora, donde fue redactor jefe, y a la creación de revistas legendarias como Purita o El Rrollo Enmascarado.
Nacido en Madrid en 1952, Onliyú se trasladó a Barcelona a principios de los años 70, donde se licenció en Filología Hispánica en la Universidad Autónoma de Barcelona, aunque con una actitud irreverente que le hacía presumir de no haber leído ni una línea de Lope de Vega. En la ciudad condal comenzó a colaborar con los grandes nombres del cómic alternativo de la época y, a finales de los 70, fue parte del nacimiento de revistas de culto que redefinirían el cómic en España.
Su etapa más destacada llegó con El Víbora, revista a la que entró en 1979, cuando recién empezaba a tomar forma. Durante los años 80, el cómic subversivo y provocador de El Víbora marcó un punto de inflexión en la libertad creativa, creando un espacio donde no había censura y donde la voz de los jóvenes de la época encontró su reflejo en las páginas de la revista.
A lo largo de su carrera, Onliyú escribió los guiones de algunas de las series más representativas del cómic de autor de aquellos años, como La edad contemporánea, con el ilustrador Martí; Las vidas imaginarias de Schwob, junto con Laura Pérez Juncosati; Un día, Nasrudín…, con Carratalá, y X Venganza, con Juan Moreno. También colaboró en revistas como Nosotros somos los muertos, donde continuó trabajando con muchos de los artistas de su generación.
Fuera del cómic, Onliyú también exploró otros campos creativos. En 1979 publicó la recopilación de relatos Me parece que nos atacan y colaboró en la dramaturgia de Penultimátum, una obra del grupo Tossal Teatre, derivado de Els Joglars. Esta experiencia quedó recogida en el diario de trabajo Así hicimos Penultimátum (1981). Además, en 2005 publicó su autobiografía, Onliyú. Memorias del underground barcelonés , un relato sin adornos de aquellos años de creatividad y libertad radical que definieron su carrera.
En los últimos años, Onliyú continuó vinculado al cómic y a la cultura alternativa, participando en la edición de aniversario de El Víbora para supervivientes durante la pandemia y en la revista Lardín, un nuevo proyecto editorial que mantenía el espíritu irreverente de sus primeras publicaciones.
Con su muerte, el cómic y la cultura underground pierden a uno de sus grandes pioneros, un legado que perdurará en las páginas de aquellas revistas y en la memoria de todos aquellos que vivieron aquella explosión de creatividad y libertad en la Barcelona de los años 80.