Un chico que dice que colgó los carteles de los Maragall afirma en una entrevista en ‘El Nacional’ que él y las otras dos personas responsables de distribuir las pancartas tenían órdenes de ir a sedes de ERC y también a centros de Alzheimer.
El chico, que se presenta con el nombre de Pau, afirma que les dieron una lista de lugares y que les dijeron que “cuando más mal colgados, mejor”.
Asegura que no completaron el encargo porque en una de las sedes de ERC dos personas, “dos abogados, seguramente conocidos” les recriminaron la acción y desistieron.
El encargo lo hizo el “militante de L’Anoia” y Pau asegura que no conocía ni el objetivo de la acción ni los protagonistas de los carteles.
“Soy del 2001, tengo 23 años”, asegura como justificación.
En la entrevista, Pau recuerda que se le acusó de un delito de odio -en una investigación judicial que se cerró después de que Ernest Maragall retirara la denuncia- y añade que aquello “desencadenó unas tramas políticas” que él “desconocía” pero que lo han “salpicado”.
Asegura que el encargo le llegó a través de un compañera con el que trabajaba a veces “por órdenes del militante de L’Anoia”.
“Me dijo si quería ir a pegar unos carteles a Barcelona. Tal como si fuera un trabajo de reparar un ascensor”, reflexiona.
Los carteles resultaron ser un ataque de falsa bandera, una campaña orquestada desde las mismas filas republicanas en plena campaña para las municipales que tenían el objetivo de dar notoriedad al candidato por Barcelona, Ernest Maragall.
En Pau explica que los carteles estaban hechos y dice que ha sentido que los hicieron en Vilanova del Camí.
Asegura que los tres compañeros llevaban los carteles y celulares y que habían recibido la consigna de colgarlos tan mal como pudieran.
” Había una lista en los lugares donde tenían que ser colgados, suyos de ERC, y algo muy lindo que a mí me pareció, centros de Alzheimer, que eso no salió en las noticias por algo”, recuerda.
La acción, sin embargo, sí trascendió a la prensa, y unos días más tarde aparecieron fotos de las tres personas que habían colgado los carteles.
Todo ello supuso una presión sobre él que hizo que con posterioridad, un día en el Port Olímpic de Barcelona, y en medio de una actuación por un alboroto de los Mossos d’Esquadra, él se dirigiera a un agente y le confesara que era uno de los que colgó los carteles.
“Quizás iba un poco ebrio o lo que sea y no me hicieron caso. Pero lo escucharon y se lo apuntaron”.
Fue, afirma, el detonante de la investigación posterior que acabaría con la denuncia de Maragall y con la causa judicial.
Pau subraya que no conocía a los protagonistas de los carteles –“soy de 2001, tengo 23 años y no he votado nunca”, se justifica- pero ahora, una vez pasado todo, aprovecha la entrevista para pedir “disculpas” a los hermanos Maragall.
“No tengo nada en contra de los enfermos. Yo tengo una discapacidad. No atacaría a nadie con una discapacidad”, asegura, al tiempo que manifiesta que le gustaría “poder quedar bien con esta gente”.
“Yo no soy una persona que ataque a nadie. Soy una persona que intenta estar tranquila y con perfil bajo.
No pude hacer eso sabiendo que podía atacar a alguien .
Entenia el cartell com ‘fora el càncer del món'”, afirma.
El testimonio del joven se ha hecho público horas después de que Ernest Maragall se haya dado de baja como militante de ERC a raíz del asunto de los carteles y de la gestión interna que se ha hecho.
“No puedo permanecer callado ni aceptar que se confunda el silencio con una conformidad o complicidad”, ha dicho.
Es a partir de estas reflexiones que Maragall ha llegado a la “conclusión” que ve “necesario y oportuno” dejar de militar a ERC, después de 6 años.
