El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha declarado improcedente el despido de un trabajador de una empresa dedicada a la elaboración de mármoles, tras considerar que la carta de cese era “impresentable” y que había sido copiada de un modelo de internet o redactada con inteligencia artificial. En una sentencia fechada del 16 de noviembre, el TSJC desestima el recurso de la empresa contra una resolución previa del juzgado de lo social núm. 16 de Barcelona.
El despido se produjo tras el diagnóstico de silicosis, una enfermedad respiratoria que padecía el trabajador. Aunque no se demostró que la condición del empleado hubiera afectado a su rendimiento, la empresa decidió despedirlo sin ofrecerle medidas de protección adecuadas, como una mascarilla. Además, la carta de despido imputaba una falta disciplinaria genérica de disminución del rendimiento laboral, sin detallar hechos concretos.
Lo que más sorprendió al tribunal fue la redacción de la carta. En ella, se indicaba erróneamente que la empresa se dedicaba al comercio de ropa, lo que llevó al TSJC a concluir que esta carta probablemente había sido copiada de un modelo inapropiado encontrado en internet o redactada por IA. Este error fue considerado un claro ejemplo de “dejadez” por parte de la empresa, que ni siquiera se molestó en adaptar adecuadamente el documento a su sector, dedicar a la fabricación de mármoles.
El TSJC también subrayó que la empresa no aportó pruebas suficientes para justificar el despido y que se trataba de una decisión que parecía estar motivada más por la corta antigüedad del trabajador en la empresa (menos de un año) que por una causa objetiva. En su sentencia, el tribunal señaló que la empresa asumió desde el principio que el despido podría declararse improcedente, por lo que no puso el esfuerzo necesario para formalizar adecuadamente el fallo.