El Servicio Catalán de Tráfico prevé instalar un centenar de cámaras de vídeo con inteligencia artificial en las carreteras catalanas para intentar saber con previsión cuándo se puede producir un atasco de tráfico.
Según ha avanzado La Vanguardia y ha confirmado la ACN, un número importante de las cámaras estarán en la AP-7 y en las vías del entorno. La administración se ha decidido a apostar por este sistema tras varios meses de pruebas con una veintena de cámaras instaladas temporalmente.
En este tiempo, han conseguido datos que no habían cuantificado nunca como el número de vehículos que llegan a la autopista AP-7 desde el enlace de la A-2 de Martorell. Lo que hasta ahora era más bien una percepción, ha pasado a ser una cifra concreta que permite a los gestores de Tráfico demostrar la necesidad de que es necesario otro carril de acceso en este punto de conexión entre las dos vías rápidas para hacer frente al gran volumen de tráfico registrado en determinados momentos.
A medida que se le vaya entrenando y vaya identificando situaciones, permitirá predecir picos de intensidad más allá de las clásicas operaciones salida y vuelta. La predicción con bastante tiempo permitirá actuar con medidas más estructurales. A corto plazo se convertirá en información al conductor para que busque rutas alternativas.