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El miércoles que viene el Parlament activará la cuenta atrás de dos meses para elegir presidente de la Generalitat y, con este calendario, una eventual repetición electoral sería el 13 de octubre. Hasta el 26 de agosto hay tiempo para que los partidos lleguen a un acuerdo después de que ahora nadie haya manifestado la voluntad de presentarse a un debate de investidura. En primera votación el candidato necesita el apoyo de la mayoría absoluta, como mínimo 68 diputados y, en segunda votación 48 horas después, sólo hay que obtener más votos a favor que en contra. A lo largo de los dos meses se pueden hacer tantos debates de investidura como se quiera, ya que no hay ningún límite.
En el pleno del miércoles que viene el presidente de la cámara, Josep Rull, leerá la resolución que supondrá un “acto equivalente” a una investidura fallida. Cada grupo tendrá una intervención de 5 minutos para exponer su posición, pero no habrá turnos de réplica. Pocos minutos antes de comparecer esta tarde para anunciar la decisión de convocar un pleno, Rull ha informado a los vicepresidentes de la Mesa Raquel Sans y David Pérez.
Mañana jueves termina el plazo para constituir los grupos parlamentarios de la cámara y el martes que viene se realizará la primera reunión de la Junta de Portavoces. Es este órgano quien formalmente debe fijar el orden del día del pleno del miércoles que escenificará y supondrá activar el reloj hacia una eventual repetición de las elecciones.
Hay que tener en cuenta que del 1 al 15 de agosto es un periodo inhábil en el Parlamento, es decir, no hay actividad parlamentaria, pero en caso de que se quisiera celebrar un debate de investidura se podría habilitar. Teniendo en cuenta que los plazos coinciden en medio de las vacaciones de verano, Rull ha planteado informalmente a los grupos la posibilidad de acordar que no haya un debate de investidura del 8 al 18 de agosto para que los diputados puedan garantizarse unos días de descanso.
