El catalán vuelve este martes a estar bajo el foco en dos instituciones europeas, el Consejo de la UE y la Eurocámara. La oficialidad del catalán en la UE está de nuevo sobre la mesa en la reunión de los ministros de Asuntos Europeos, aunque no se espera que haya ninguna votación. La vuelta del catalán a los encuentros de ministros se limita en esta reunión a ser un “punto de información” en el que el ejecutivo español expondrá los argumentos legales y políticos recogidos en un memorándum que ha hecho llegar a las capitales. La misma jornada, el comité de Peticiones de la Eurocámara adopta el informe sobre la inmersión lingüística, un texto que en su borrador pedía un tratamiento “equivalente” del castellano y el catalán en las escuelas.
En la agenda de la reunión de los ministros de Asuntos Europeos, el punto sobre la oficialidad del catalán se incluye al final del encuentro en ‘otras cuestiones‘. Se prevé que el ejecutivo español presente los principales puntos del memorándum que ha hecho llegar a los socios comunitarios. El texto se centra en argumentos legales y políticos para la oficialidad del catalán, el gallego y el euskera.
El documento defiende que es “perfectamente viable” tener legislaciones autonómicas y locales que se adoptan en lenguas cooficiales “aunque no sean las lenguas propias de la Constitución” y que no es necesario que sean “lenguas de los tratados” para ser reconocidas como oficiales en la UE.
El memorándum recuerda que la UE debe “respetar la identidad nacional de los estados miembro” y que, en el caso de España, esto incluye “la diversidad lingüística”. “El catalán, el vasco y el gallego son lenguas cooficiales con profundas raíces historias, un gran número de hablantes y un lugar en nuestra Constitución”. En este sentido, el ejecutivo español afirma que las autoridades públicas tienen la obligación de “proteger los derechos lingüísticos” de sus ciudadanos y que eso “se extiende a todas las esferas, también a la europea”.
Con la petición del gobierno español para incluir la cuestión en esta reunión, la oficialidad de las tres lenguas está por primera vez en la agenda de los ministros europeos bajo presidencia belga del Consejo de la UE. La cuestión estuvo en la agenda de todas las reuniones en presidencia española, pero había caído desde que Bélgica había tomado el relevo al frente de la institución, principalmente por la falta de avances en los informes solicitados por los socios comunitarios sobre el impacto legal, político y económico de la oficialidad.
La inmersión, de nuevo en la Eurocámara
Coincidiendo con la presentación del memorándum sobre la oficialidad del catalán en el Consejo, el comité de Peticiones del Parlamento Europeo votará este martes el informe sobre el modelo de inmersión lingüística en la escuela catalana, un documento elaborado por la misión de eurodiputados de la Eurocámara -la gran mayoría conservadores y de extrema derecha- que visitó Cataluña en diciembre pasado.
La petición, que se abrió en el año 2017 a raíz de una queja de la Asamblea para una Escuela Bilingüe (AEB), ha sido criticada de forma reiterada por las formaciones socialdemócratas, los Verdes y la Izquierda Unitaria y la misión ha sido boicoteada por los mismos grupos., al considerar que se trataba de un viaje marcado por un fuerte “sesgo político”.
En las enmiendas de compromiso -que se votarán este martes-, los eurodiputados reiteran que el sistema educativo catalán debe dar un tratamiento “equivalente” al catalán y al castellano en la escuela y piden a las autoridades pertinentes que “tomen medidas” para compensar “cualquier deficiencia”. “Las escuelas deben ofrecer a los estudiantes las oportunidades adecuadas para alcanzar un alto nivel de catalán y castellano […] para que estos tengan acceso completo al mercado de trabajo y a oportunidades sociales y culturales”, reza el texto.
En el mismo sentido, habla de “preocupación” ante las “serias disfunciones” que se generan entre los alumnos que tienen el castellano como lengua materna, defiende que se facilite la escolarización en castellano de las familias que lo pidan y se “condena” el “régimen de Cataluña” que “dificulta” que las familias que se trasladan al país puedan estudiar en castellano.
Choque entre progresistas y conservadores
En febrero pasado, en el marco de la última reunión del comité de Peticiones, progresistas y conservadores se lanzaron acusaciones cruzadas durante el debate sobre el informe de la misión sobre la inmersión. Partidos como ERC o Junts acusaron de falta “de imparcialidad” el documento resultante de la misión e insistieron en la “instrumentalización” de la comisión por parte de su presidenta, la popular Dolors Montserrat.
Por su parte, tanto el PP como Ciudadanos reclamaron un sistema “bilingüe”, mientras que formaciones como Vox se refirieron al modelo de inmersión como un “modelo de apartheid”.
En cualquier caso, el informe del Parlamento Europeo no es vinculante, ya que la Eurocámara no tiene competencias directas sobre los modelos educativos de las comunidades.